sábado, 19 de diciembre de 2020

También nos regocijamos porque Eres nuestro Dios y Salvador

 Entonces dijo María: Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador 

Lucas 1:46-47. NVI.


Lectura: Lucas 1:46-56.  Versículos del día: Lucas 1:46-47.


MEDITACIÓN DIARIA


El canto de María, llamado el Magnificat en la Iglesia tradicional, es un canto de alabanza y adoración a Dios cuando María visita a su prima Elisabet. Al escuchar el saludo de María el bebé saltó de alegría en el vientre de Elisabet. Entonces María llena del Espíritu alaba a Dios con este canto. Se nota que esta joven hebrea era una mujer piadosa, reflexiva, y que conocía muy bien las Escrituras y por ende la historia de su pueblo.

Para mí es un canto poético. Resalta la bondad de Dios; su misericordia; su exaltación por los humildes dejando a un lado a los poderosos y orgullosos. Recuerda también las promesas de Dios hacia Israel y a Abraham (vv. 48-55). María expone su cántico con sinceridad; palabras que brotan de un corazón agradecido. Alaba a Dios por la elección, al haberla elegido y se alegra en Dios su Salvador que es ese Niñito que lleva en su seno.

Para reflexionar: cuando Dios obra maravillosamente en nuestras vidas, ¿sí le somos agradecidos y le exaltamos por lo que ha hecho? O, al contrario, como ya llegó el pedido nos hacemos los de la vista gorda y nada más. Siempre he dicho que se nos olvida ser agradecidos con los que nos brindan su apoyo y tenemos cerca, ¡cuánto más entonces con Dios!


Amado Señor: no solamente María puede alegrarse de Ti como su Dios y Salvador. Igual te estamos agradecidos por haber fijado tus ojos en cada uno de nosotros. Tú Eres nuestro Señor y Salvador. Nos regocijamos y te exaltamos bendito Jesús porque sin tu nacimiento no hubiese podido haber redención de pecados. Gracias bendito Señor Jesús. ¡Te amamos y adoramos!


Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: