miércoles, 16 de diciembre de 2020

Eres el Hijo de Dios en todo su esplendor y gloria

 

Cuando les dimos a conocer la venida de nuestro Señor Jesucristo en todo su poder, no estábamos siguiendo sutiles cuentos supersticiosos, sino dando testimonio de su grandeza, que vimos con nuestros propios ojo”. 

2 Pedro 1:16. NVI.


Lectura 2 Pedro 1:12-21.  Versículo del día: 2 Pedro 1:16.


MEDITACIÓN DIARIA


Palabras del apóstol Pedro a sus discípulos y que también aplica para nosotros. Al conocer al Señor Jesús y ver sus maravillas en nuestras vidas, igualmente tenemos que no quedarnos callados y dar testimonio de su grandeza. No le hemos visto personalmente ni palpado como Pedro, pero sí lo hemos visto actuando en diferentes etapas de nuestra vida y hemos sido testigos de proezas que ha realizado en el área física con sanidad; en el área financiera levantándonos, en el área emocional reponiendo corazones rotos y en el área espiritual restaurando vidas cautivas.

Ante todos estos hechos ¿cómo no decir que nuestro Señor Jesucristo es real? Es la Segunda Persona de la Trinidad y como Persona murió por nuestros pecados, pero resucitó para vencer la muerte y darnos juntamente con Él una vida eterna. Como Persona, nos podemos dirigir a Él en oración y tener una relación perfecta. Jesús es nuestro mejor amigo; no dudemos de ir a contarle todo lo que nos gusta y lo que no. Contarle si estamos alegres o estamos tristes. Es hermoso descargar sobre sus brazos nuestra ansiedad y si es necesario llorar, llorar a su lado porque Jesús viene a consolarnos y no le somos indiferente.

Sí; con toda firmeza yo también digo, proclamo y exclamo que mi Jesús es real; es el Rey de reyes y Señor de señores. ¡Eres el Hijo de Dios en todo su esplendor y poder!


Amado Señor Jesús: muchas gracias por tenerte en mi vida y saber que Eres Real. Tú no Eres un cuento de hadas ni algo supersticioso, Eres el Hijo de Dios, muerto y resucitado. Hoy proclamamos que Eres el Rey de reyes y Señor de señores. Gracias por venir a morir en nuestro lugar y por tanto bien que no solamente a mí has dado, sino a tantos que se han acercado a tus pies. ¡Eres el Más Grande y Majestuoso! ¡Te amamos buen Señor y Dios!


Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: