Algo espantoso y terrible ha ocurrido en este país. Los profetas profieren mentiras, los sacerdotes gobiernan a su antojo, ¡y mi pueblo tan campante! Pero ¿qué van a hacer ustedes cuando todo haya terminado?
Jeremías 5:30-31. NVI.
Lectura: Jeremías 5:12-31.
Versículo del día: Jeremías 5:30-31.
MEDITACIÓN DIARIA
Creo que el mismo corazón
endurecido del hombre ha traído el mal sobre la tierra. Como en tiempos de
Israel y de Judá, “Ellas han negado al Señor, y hasta dicen: ¡Dios no existe! Ningún
mal vendrá sobre nosotros, no sufriremos guerras ni hambre” (v. 12). Se ha
llegado al punto de creer que Dios somos nosotros mismos, como si el hombre se
hubiese creado solo y aparte de eso, llegar a pensar que se es igual a Dios. Exactamente
como lo hizo Lucifer y por lo que fue echado del Paraíso. “Escucha esto, pueblo
necio e insensato, que tiene ojos, pero no ve, que tiene oídos, pero no oye”
(v. 21): “Como jaulas llenas de pájaros, llenas de engaño están sus casas” (v.
27). Sí; están engañados; claro el enemigo quien es el engañador lo tiene
confundido esa es su obra.
Aunque no se sabe el día
ni la hora del regreso de Jesús a la tierra, la Biblia si dice que será como en
los tiempos de Noé (Mateo 24:36-38). Miremos a nuestro alrededor: al género humano
le cuesta creer que estamos viviendo un tiempo difícil. Está tan absorto en la tecnología
y avance de la ciencia que ni siquiera le para atención a esta pandemia mundial;
piensa más en sus propios intereses que en su misma vida. Por eso no acatan las
medidas de prevención de la OMS, dadas a través de sus países. Por eso mismo se
han levantado falsos cristos y profetas, con la tristeza de tener que decir que
a ellos sí les creen. ¿Y qué de lo que nos dice la Biblia? Esta es la Palabra
de Dios veraz y cortante como espada de dos filos. “Pero ¿qué van a hacer
ustedes cuando todo haya terminado?” Una pregunta que nos hará reflexionar.
Amado Señor: te pedimos perdón en nombre de tu creación destruida; del corazón humano endurecido, de los gobiernos corruptos que se levantan cada día, de los líderes religiosos mentirosos que engañan fácilmente a los incautos y de los conspiradores que buscan solo oportunidades para negar tu verdad. Reconocemos el pecado que habita en medio de nosotros. Transforma los corazones y ablándalos para que se te reconozca como el único Dios Todopoderoso e Inigualable. Perdona buen Dios esta tierra; confiamos en tu infinita misericordia y amor por la humanidad. Gracias por escuchar nuestra oración.
Un abrazo y bendiciones.
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