¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el Rey de Israel!
Juan 12:13. NVI.
Lectura: Juan
12:12-19. Versículo del día: Juan 12:13.
MEDITACIÓN DIARIA
Siempre me ha
impresionado este pasaje, porque es la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén. Y
digo que me impresiona porque los habitantes de Jerusalén, lo vitoreaban y con
ramas de palma salieron a recibirlo. Lo triste es que estos mismos que lo
aclamaban gritándole loores, fueron los mismos que unos días más tarde, le estaban
pidiendo a Pilato que lo crucificara. Así somos los humanos. Somos de doble
ánimo: un día decimos Sí a una cosa y más tarde, o al otro día ya cambiamos al
No rotundo.
El doble ánimo nos hace
desobedientes a Dios. Acatamos fácilmente dándole gusto al diablo para
enseguida caer en la tristeza quizá, y decir que el Señor es el todo. Su inestabilidad
no le deja progresar ni avanzar. Dice la Biblia al respecto que es como una bola
de mar que es llevada de un lado para el otro. El hombre de doble ánimo es inestable
en todos sus caminos. Tiene una doble vida, mientras la una vive para Dios, la
otra le juega una mala pasada y vive para su mal hábito.
Quizá a ti te pasa lo
mismo. Entonces, hay que entregarle completamente a Jesús esa carga. Es dejar
que Él sea el verdadero Amo y Señor de nuestras vidas. Hay que tomar la
decisión de decir ‘No’ al pecado y ‘Sí’ a una vida rodeada de su gracia.
Señor Jesús: perdona
nuestra dualidad. Queremos empezar a servirte como deseas que lo hagamos.
Precioso Espíritu Santo, ven y muévete a través de nosotros. Tu Palabra es la
Verdad; es infalible; es inerrante e inmutable. Jamás cambia. Enséñanos a
leerla todos los días y a depender de ella. Gracias por mostrarnos cuan débil
somos en nuestra fe, que nos dejamos llevar por lo incorrecto. ¡Te amamos buen
Señor! ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el Nombre del Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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