Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo.
Colosenses 3:23, NVI.
Lectura: Colosenses
3:19-25. Versículo del día: Colosenses
3:23.
MEDITACIÓN DIARIA
En la Palabra de Dios, dentro
de las normas para la familia cristiana no solamente nos habla del deber de la
esposa, del esposo, de los hijos y de los padres (vv. 18-21), sino que también nos deja muy
claro lo que nos corresponde hacer en el trabajo como empleados cuando lo somos.
Nos afirma que sea el trabajo que sea, lo hagamos como para el Señor porque al
fin de cuentas le servimos es a Él. El trabajo es una bendición y por lo tanto
debemos darle gracias a Dios por el que se tenga, porque no todos actualmente
tienen este privilegio. Por otro lado, vale la pena mencionar que, por lo mismo,
no hablar mal de la Institución donde se labora ni de los jefes o compañeros de
trabajo.
Enfoquémonos en la
actualidad y ¿cuántos no quisieran estar laborando como de costumbre en vez de
sentirse encerrados? Que este sea el momento para darle gracias a Dios por la empresa
que te tiene contratado; porque esa empresa pueda salir adelante a pesar de las
dificultades que por ahora enfrenta; por sus directivas y jefes. Entonces
oremos:
Amado Dios:
ponemos delante de ti las empresas que bien sabemos están en un momento crítico
debido a esta parálisis mundial. Permite buen Dios que cuando esta pesadilla
termine, toda la economía logre reactivarse y con ella las entidades que bien
nos han servido y tendido la mano para trabajar en ellas. Oramos Señor por sus
propietarios, presidentes, juntas directivas, jefes y personal en general. Por
favor guárdalos y que se tenga la dicha de reencontrarse todo el personal en un
futuro próximo. Gracias bendito Dios y Señor.
Un abrazo y bendiciones.
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