Cuando Jesús oyó esto, dijo: Esta enfermedad no terminará en muerte, sino que es para la gloria de Dios, para que por ella el Hijo de Dios sea glorificado.
Juan 11:4. NVI.
Lectura: Juan
11:1-16. Versículo del día: Juan 11:4.
MEDITACIÓN DIARIA
Estas fueron las palabras
del Señor cuando Marta y María mandaron a decirle que su amigo Lázaro estaba
enfermo (v. 3). Sin embargo, Jesús se quedó dos días más donde se encontraba.
Al final resolvió volver a Judea y para cuando llegó, ya Lázaro había muerto; “Lázaro
ha muerto, y por causa de ustedes me alegro de no haber estado allí, para que
crean. Pero vamos a verlo” (vv. 14-15). Era importante que el Señor se demorara
en ir a Betania porque allí ocurriría uno de los acontecimientos más significativos
en la vida de Jesús. Por eso mismo, no le importó que sus discípulos objetaran
el volver a la tierra de Judea (vv. 7-10). Con este hecho, por una parte, se
comprueba la naturaleza divina de Jesús y por la otra, la parte humana de Él
como hombre que fue. Su naturaleza divina porque va a realizar el milagro
asombroso de resucitar a Lázaro; de igual manera su naturaleza humana al demostrar
sus sentimientos de amor y aprecio por esta familia, al punto de llorar cuando
vio la tristeza de María y de otros judíos que estaban en la casa.
María corrió al encuentro
de Jesús tan pronto supo que había llegado, porque en el fondo necesitaba el
consuelo de su Maestro y Señor. Recordemos que ella le había ungido y secado los
pies con su cabello y ahora era preciso que Él la consolara en momentos de angustia
y dolor.
Considero que esto es lo
que tenemos que hacer nosotros ante una calamidad. Es más, ahorita en medio de
tanta confusión es necesario voltear los ojos buscando protección y alivio del Único
que nos puede brindar paz a pesar de la aflicción que el mundo entero está
padeciendo. Oremos:
Amado Señor:
venimos ante Ti primero que todo a pedirte perdón por tenerte olvidado y para
decirte que creemos en tu inmenso amor y misericordia. Que el mundo está
caótico por la pandemia que estamos viviendo, pero creemos en tu poder y también
creemos que Eres el único capaz de frenar esta plaga. Gracias porque necesitamos
tu consuelo como amigos también muy amados por Ti. Gracias bendito Señor porque
te levantarás como el Rey y Señor de esta humanidad para la gloria y honra de
Dios Padre.
Un abrazo y bendiciones.
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