Sé lo que es vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez.
Filipenses 4:12. NVI.
Lectura: Filipenses 4:10-20. Versículo del día: Filipenses 4:12.
MEDITACIÓN DIARIA
No es fácil pasar los
desiertos financieros, máxime cuando se ha vivido holgadamente y de la noche a
la mañana pareciera que todo se ha esfumado como por arte de magia. Es tal como
dice el Proverbio acerca de las riquezas: “¿Acaso has podido verlas? ¡No existen! Es
como si les salieran alas, pues se van volando como las águilas” (Proverbios
23:5). Por eso hay que aprender a vivir tal cual lo está enseñando el apóstol
Pablo: sea en la pobreza o sea en la riqueza. Lo importante aquí, creo yo, es
que en ambas situaciones veamos la mano de Dios obrando en nuestras vidas,
porque generalmente si estamos en la riqueza se nos olvida que es el Señor el
gestor de cuánto tenemos y si es pasando dificultades económicas podemos llegar
hasta pelear con nuestro Dios culpándolo de la crisis. En conclusión: esto es
simplemente aprender a tener contentamiento.
Amado Señor:
gracias te damos porque bien sabemos que tu Palabra no miente y sin entenderlo
muchas veces nos dices que todas las cosas nos ayudan a bien. Gracias Señor por
tu misericordia tan grande que no pierdes oportunidad para hacernos comprender
que Tú Eres nuestro Dios y lo que deseas es que aprendamos a confiar en Ti, ya que
siempre nos darás lo mejor de acuerdo a tu santa voluntad.
Un abrazo y bendiciones.
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