A las montañas levanto mis ojos; ¿de dónde ha de venir mi ayuda? Mi ayuda proviene del Señor, creador del cielo y de la tierra.
Salmo 121:1-2. NVI.
Lectura: Salmo 121:1-8. Versículos del día: Salmo 121:1-2.
MEDITACIÓN DIARIA
Con esta incertidumbre
del huracán Dorian, ‘que sí, que no; que seguro impactará, que ya no lo hará,
que de todas maneras habrá vientos huracanados y lluvia torrencial, etc. etc.’;
de cualquier manera, ante un fenómeno de esta naturaleza, no nos queda más que
cogernos del Único que puede ordenarle a su misma creación quietud: “¿Quién es
este, que manda aun a los vientos y al agua, y le obedecen?” (Lucas 8:25). Así
es; el Señor Jesús nos resguarda y protege porque Él tiene el poder para actuar;
y no duerme por cuidarnos (v. 3). Tengamos la certeza que esto no se le ha
salido de las manos a nuestro Dios. “Mi ayuda proviene del Señor, creador del
cielo y de la tierra”.
Mi amado Jesús:
venimos ante Ti porque bien sabemos que no hay nadie más capaz de ordenarle al
viento, al mar y a la tempestad que se aquieten y Ese Eres Tú buen Señor. Si es tu voluntad que Dorian toque tierra en este territorio, rogamos
en tu Nombre que guardes a todos los habitantes por donde quiera vaya a pasar. Tú puedes internarlo completamente en el mar. Gracias por lo que harás Señor; por tu bondad y misericordia para con nosotros, aun
sabiendo que somos pecadores e indiferentes hacia Ti.
Un abrazo y bendiciones.
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