lunes, 23 de septiembre de 2019

Jesús se levantó de entre los muertos para darnos vida eterna

Si no les hacen caso a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán aunque alguien se levante de entre los muertos. 
Lucas 16:31. NVI.

Lectura: Lucas 16:19-31.  Versículo del día: Lucas 16:31.

MEDITACIÓN DIARIA

El Señor relata a sus seguidores la historia del rico y Lázaro en donde mientras el rico comía manjares especiales, el pobre Lázaro no tenía ni siquiera las migajas de pan. Cuando mueren los dos, Lázaro se encuentra con Abraham y el rico está sufriendo en el infierno en medio de tormentos. Levanta la mirada y ve a Lázaro junto a Abraham y alzando la voz lo llamó para decirle: “Padre Abraham, ten compasión de mí y manda a Lázaro que moje la punta del dedo en agua y me refresque la lengua, porque estoy sufriendo mucho en este fuego” (v. 24). Como Abraham le responde que es imposible su petición, el rico le ruega que permita a Lázaro ir a casa de sus padres para advertirles a ellos y que no vayan a sufrir lo mismo cuando mueran (vv. 27 y 28). “Pero Abraham le contestó: “Ya tienen a Moisés y a los profetas; ¡que les hagan caso a ellos!” (v. 29). El rico sigue insistiendo, dice que, si se le presenta uno de entre los muertos, sí creerán. Pero no; no es fácil el creer y por eso Abraham le responde de este modo: “Si no les hacen caso a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán aunque alguien se levante de entre los muertos” (v. 31). O sea, si no le creen a los que están vivos mucho menos a los que ya murieron.
Entendamos que ese es el ministerio de Jesús con su muerte y resurrección: un mensaje claro de presentar a los vivos, pero que poca importancia le dan. Y después de muertos, ‘ya no hay pero que valga’, como decimos en Colombia. Jesucristo, se levantó de entre los muertos y son las Buenas Nuevas del Evangelio que compartimos. Es triste saber que los corazones están endurecidos y no aceptan el regalo de la salvación que nos da el Señor Jesús y que es gratis. Es solamente por gracia para todo aquel que lo quiera tomar.

Amado Jesús: gracias porque fuiste Tú quien te levantaste de entre los muertos para darnos vida eterna Contigo y qué difícil es que el hombre crea esta verdad. Te rogamos que sea tu Santo Espíritu quien convence de pecado, el que toque corazones y se arrepientan para que alcancen a tu lado la vida eterna. Permite que nosotros seamos vasijas útiles en tus manos para compartir de Ti y llevar a otros a tu reino. ¡Utilízanos bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.

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