Lo más absurdo de lo absurdo, ¡todo es un absurdo! —ha dicho el Maestro.
Eclesiastés 12:8 NVI.
Lectura: Eclesiastés 12:1-14.
Versículo del día: Eclesiastés 12:8.
MEDITACIÓN DIARIA
Si bien la vida es corta y hay que sacarle el mayor provecho mientras
estemos peregrinando en este valle, al final llegamos a la conclusión de lo
dicho por el sabio Salomón: “¡todo es un absurdo!”. En otras versiones: “Nada tiene
sentido”; “¡todo es vanidad!”; “¡Todo es vana ilusión!” o “¡Todo es una
ilusión!, y así es.
Con el paso de los años aprendemos que debemos ser tranquilos, sosegados,
no apegarnos a las cosas materiales y menos al dinero. Al fin de cuentas nada
nos llevaremos cuando el Señor nos llame. Sin embargo, creo que sí debemos
dejar huella y la única manera será a través del amor que hayamos aprendido a
brindar. Definitivamente la vida del cristiano tiene que estar marcada de amor.
Sin el amor fluyendo en nuestro ser nos queda imposible aceptar al prójimo con
defectos y virtudes. Nos queda difícil perdonar y pedir perdón también cuando
nos equivocamos. Por eso atendamos la recomendación que el mismo Señor nos dejó:“Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la
polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar” (Mateo 6:20). La vida es para vivirla con amor.
Señor Jesús: enséñanos a ver la vida con optimismo, pero
sin olvidar que todo lo de aquí es efímero y en cualquier momento tomará alas
para ir hacia otros lares. Permítenos Señor gozarla de la mejor manera, sin
hacerle mal a nadie y dejando gotitas de amor por dondequiera que nuestros pies
transiten. ¡Gracias buen Jesús! ¡Te amamos!
Un abrazo y bendiciones.
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