miércoles, 28 de agosto de 2019

Libertad para actuar, cuidándonos de no caer


Todo está permitido, pero no todo es provechoso. Todo está permitido, pero no todo es constructivo. 
1 Corintios 10:23. NVI.

Lectura: 1 Corintios 10:23-33.  Versículo del día: 1 Corintios 10:23.

MEDITACIÓN DIARIA

La vida cristiana contrario a lo que muchos pueden pensar es de libertad, no de imposición. Precisamente porque estamos en el tiempo de la gracia, ya no vivimos por leyes que nos atan y son difíciles de cumplir. El Señor Jesús ya pagó por todos nuestros pecados y cuando lo aceptamos a Él en nuestras vidas, estamos aceptando también lo que hizo por nosotros al morir en una cruz y al resucitar de entre los muertos.
Viendo de este modo lo que es la gracia, que no es más que un regalo de parte de Dios, es que podemos entender el versículo del día. Bien sabemos que todo nos es permitido, pero no todo va a ser para nuestro bien. Así que nos corresponde con la ayuda del Espíritu Santo aprender a discernir lo que es provechoso y constructivo para nuestras vidas. Además de esto, creo yo, hay que vivir en el Espíritu para no satisfacer los deseos de la carne. La carne es uno de nuestros enemigos y siempre estará ahí para alejarnos de la vida espiritual que el Señor desea que llevemos. Tenemos libertad para actuar, pero tengamos cuidado de no caer. Mi hijo Juan Manuel dice: “entre más amo, más libertad doy”. Precisamente eso hizo el Señor: su amor incomparable nos da libertad y su libertad no nos coacciona, de nosotros depende el uso que le demos a esa libertad.

Amado Señor Jesús: tu Palabra dice que tenemos libertad para obrar como bien queramos, pero no todo nos va a ayudar en nuestra edificación. Permite buen Señor que con la ayuda de tu Santo Espíritu podamos no solamente discernir lo que nos conviene, sino que sea Él también fortaleciéndonos y dándonos el dominio para no dejarnos llevar por lo que nos va a ser daño espiritualmente y no nos dejará que crezcamos como es tu voluntad. Gracias por tu ayuda precioso Espíritu de Dios y gracias mi Señor Jesús por admitirnos en el periodo de la gracia. ¡Tú lo hiciste todo Señor! ¡Te adoramos Dios Santo!

Un abrazo y bendiciones.

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