A todo el que se le ha dado mucho, se le exigirá mucho; y al que se le ha confiado mucho, se le pedirá aún más.
Lucas 12:48b. NVI.
Lectura:
Lucas12:35-48. Versículo del día: Lucas 12:48b.
MEDITACIÓN DIARIA
También dice en la
lectura lo siguiente: “Dichoso el siervo cuyo señor, al regresar, lo encuentra
cumpliendo con su deber” (v. 44). Y es que el buen siervo cumple lo mandado por
su amo. En verdad, que esta Palabra me asusta porque cuando somos conscientes de
cuánto nos ha dado el Señor, más es nuestra responsabilidad. En muchas ocasiones
ni siquiera damos el testimonio que deberíamos dar. O sea, que no estamos
cumpliendo con lo que se nos ha encomendado. Lo que menos quiero yo, es ser
piedra de tropiezo para otros o para los débiles en la fe. Eso me pone a pensar
porque como todos, soy de carne y también caigo. Pero bien decía Pablo: “Y yo
sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien
está en mí, pero no el hacerlo” (Romanos 7:18); “¡Miserable de mí! ¿quién me
librará de este cuerpo de muerte?” (Romanos 7: 24); pero también diré: “Gracias
doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo
a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado” (Romanos 7:25). Llevemos
a Cristo todo pensamiento para que se someta a Él y le obedezca (2 Corintios
10:5). De este modo, creo, que podemos responsabilizarnos más de la misión encomendada.
Amado Señor:
Enséñanos a vivir completamente bajo tu gracia para así tener la certeza de que
no vamos a defraudarte por no acatar tu voluntad. Permite que cada día muranos
a la naturaleza pecaminosa que nos persigue y que vivamos para agradarte.
Señor, que todo pensamiento vaya cautivo a Ti para que nuestra mente esté
dispuesta para el bien. Haz que seamos conscientes de la responsabilidad que
tenemos como siervos especiales. ¡Bendito Eres por siempre buen Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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