Que sean siempre blancos tus vestidos, y que no falte nunca el perfume en tus cabellos.
Eclesiastés 9:8. NVI.
Lectura: Eclesiastés
9:1-10. Versículo del día: Eclesiastés
9:8.
MEDITACIÓN DIARIA
El sabio Salomón nos
recomienda disfrutar la vida porque ya después de muertos, nada queda ni nada
nos llevamos. Y entre sus encargos está el siguiente: “Que sean siempre blancos
tus vestidos, y que no falte nunca el perfume en tus cabellos”. En una palabra,
que siempre andemos bien puestecitos como decimos en Colombia; eso es cuidando
el vestido, el cabello, las uñas, etc. ¡Y cómo dejar de lado el suave olor de
una rica fragancia! Todo esto entra en el arreglo personal y del cual somos más
especialistas las mujeres. Por eso queridas mujeres, es en especial para ustedes
este devocional; para animarlas a que siempre estén bien arregladas.
Hace mucho tiempo conocí
la mamá de una compañera de la Universidad quien se arreglaba como si fuera para
una oficina y ¡oh sorpresa cuando le pregunté! Me contestó: ‘mi oficina queda
aquí mismo donde me ves’. Pues sí; su casa se convertía en oficina durante el día
y en la noche. Y no era porque trabajaba en algo diferente que no fueran sus
quehaceres como ama de casa. Es decir, se levantaba bien puestecita para empezar
a hacer el desayuno, arreglar, organizar ropa, etc. Esta bella dama agregó lo
siguiente: ‘cuando llega mi esposo encuentra una mujer arreglada y bonita como
las que ve en su oficina durante el día’. Les dejo la inquietud. Arreglémonos
como para el Señor que lo demás vendrá por añadidura. Oremos:
Amado Jesús: Tú
serás siempre nuestro primer invitado. Deseamos arreglarnos para Ti y que todo
lo nuestro fluya alrededor de tu amor. Permite que seamos mujeres sabias que
ante todo aprendamos a edificar nuestros hogares. Gracias buen Dios por tu
Palabra que tanta enseñanza nos deja. ¡Te amamos bendito Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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