jueves, 28 de septiembre de 2017

Nada es comparable con la gloria venidera

También nos alegramos al enfrentar pruebas y dificultades porque sabemos que nos ayudan a desarrollar resistencia. 
ROMANOS 5:3. NTV.


Lectura: Romanos 5:1-5.  Versículo del día: Romanos 5:3.

MEDITACIÓN DIARIA

Ayer mencionaba algo sobre esto, diciendo que en los sufrimientos también nos alegrábamos y hoy aunque repetitivo quiero extenderme un poco más en el versículo del día. Mirando este mismo capítulo en otra versión, vemos que el sufrimiento produce perseverancia y la perseverancia entereza de carácter que nos lleva hacia nuestra esperanza segura de salvación.
Volví a retomar esta porción de la Biblia porque hablando con mi hijo sobre personas utilizadas por el Señor y firmes en su fe, han muerto. Supe de algunos casos en que se oró sin cesar por ellas convencidos de un milagro y aun de una resurrección pero nada de esto sucedió. Y entonces llegamos a la conclusión de dos cosas innegables: la primera, que Dios es soberano por encima de quien sea y como sea. La segunda, que es la más bonita, es precisamente saber y entender que el sufrimiento puede llevarnos incluso a la muerte, pero que allí nos encontraremos con nuestro buen Señor porque nada es comparable en esta tierra a la gloria que nos espera cuando llegue el momento de partir. Mi hijo me comentaba de un padre que oró por tiempos para que su hijita se alentara de una leucemia y murió. Más tarde se le preguntó a este señor qué pensaba sobre lo ocurrido o si había cuestionado a Dios por esa decisión, y este padre gozoso expresó que nada se comparaba al saber que su hija ya no padecía ningún dolor porque lo más importante era su salvación y él sabía que estaba gozando con Jesús. Es que si entendiéramos lo que encierra ‘ser salvos’, seguro que aprenderíamos a despegarnos de muchas cosas materiales que nos atan y que al final se quedarán acá.
Todos estos testimonios me hicieron nuevamente recordar a mi amado sobrino Andresito que sufrió mucho con su cáncer de estómago, pero que gracias a la misericordia de Dios, recibió a Jesús en su corazón y partió con Él hacia la gloria futura. Yo te animo a que tengas presente esta porción de la Biblia, porque que si ha sido tu caso el de orar por un ser querido y cristiano que el Señor decidió llevárselo, entiende que esa persona está gozando directamente de la presencia de Dios y que allí en ese lugar no habrá más llanto, dolor ni angustia porque el Señor estará a su lado por siempre. ¡Nada es comparable con la gloria venidera!      

Señor Jesús: ¡Que alegría saber que estás tan pendiente de cada uno de los tuyos! Gracias buen Señor por la esperanza de un amanecer a tu lado en un sitio radiante y hermoso como es la patria celestial. Gracias por hacernos entender lo que verdaderamente encierra toda la palabra ‘salvación’. Llévanos de tu mano para que andemos siempre a la par Contigo y que cuando ya no sintamos tu mano, sea porque tus brazos nos están acogiendo a tu lado. ¡Hermoso eres amado Señor! ¡Bendecimos tu Nombre por los siglos de los siglos!

Un abrazo y bendiciones.

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