Ciertamente, la ira de Dios viene revelándose desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los seres humanos, que con su maldad obstruyen la verdad. Me explico: lo que se puede conocer acerca de Dios es evidente para ellos, pues él mismo se lo ha revelado.
Romanos 1:18-19.
Lectura:
Romanos 1:18-32. Versículos del día:
Romanos 1:18-19.
MEDITACIÓN
DIARIA
No podía
dejar pasar toda esta tragedia del huracán Irma, sin hacer también un llamado a
todos los que leen este devocional para que se reflexione si se está viviendo
al modo de Dios, o al contrario, haciendo lo que le gusta al mundo. Dios es un
Dios bueno y santo. Su santidad no puede aceptar de ningún modo el pecado. Me
explico: Dios ama al pecador pero odia el pecado. Bajo esta razón Él le ha ido
dando al hombre la capacidad de entender la magnitud de su obra: “Porque desde
la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno
poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él
creó, de modo que nadie tiene excusa” (v. 20). Sin embargo, dice la Escritura
el hombre se ha alejado de Él, de manera tal que Dios está afuera y el que se
cree invencible y poderoso es él. Siguió su propio camino: “A pesar de haber
conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino que
se extraviaron en sus inútiles razonamientos, y se les oscureció su insensato
corazón. Aunque afirmaban ser sabios, se volvieron necios” (vv. 21-22).
Continúa: “Por
eso Dios los entregó a los malos deseos de sus corazones, que conducen a la
impureza sexual, de modo que degradaron sus cuerpos los unos con los otros” (v.
24); y aunque parezca muy duro sigue diciendo así: “Por tanto, Dios los entregó
a pasiones vergonzosas. En efecto, las mujeres cambiaron las relaciones
naturales por las que van contra la naturaleza. Así mismo los hombres dejaron
las relaciones naturales con la mujer y se encendieron en pasiones lujuriosas
los unos con los otros. Hombres con hombres cometieron actos indecentes, y en
sí mismos recibieron el castigo que merecía su perversión” (vv. 26-27). Es que
ese no fue el orden en la creación de Dios y mientras se violen sus leyes, lo
único que queda es un libertinaje que no conduce a nada bueno. “Saben bien que,
según el justo decreto de Dios, quienes practican tales cosas merecen la
muerte; sin embargo, no solo siguen practicándolas, sino que incluso aprueban a
quienes las practican” (v. 32). Dios nos habla muy claro y no hay vuelta de
hoja en sus palabras.
Entendamos
que dentro de su misma ira va su infinita misericordia y estas catástrofes
también hacen reaccionar y voltear nuevamente los ojos al Creador del universo,
con el fin de que el hombre se arrepienta. En tus manos está el tomarlo o
dejarlo.
Amado
Señor: En verdad tu Palabra es más cortante que espada de dos filos, pero
gracias porque es el Manual que nos dejaste para saber cómo comportarnos.
Permite que al ser humano se le abran los ojos y el entendimiento para que vean
y comprendan lo que Tú deseas de cada uno, reconozca su pecado y tenga una
comunión sincera Contigo. Gracias buen Dios.
Un abrazo y
bendiciones.
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