domingo, 10 de septiembre de 2017

Mi Papito consentidor y guardador

Le pedí a Dios que me ayudara, y su respuesta fue positiva: ¡me libró del miedo que tenía! 
Salmo 34:4. (Traducción en lenguaje actual) TLA.

Lectura: Salmo 34:1-22.  Versículo del día: Salmo 34:4.

MEDITACIÓN DIARIA

Siendo sincera ayer en la mañana al despertar tenía miedo y cuando empezó a sonar la alarma del Estado me confundí y lloré. Resolví levantarme a bañarme rápido y mientras me bañaba le oraba al Señor pidiéndole me calmara y misericordia por esta tierra. Haciendo una cosa y otra, organizando nuevamente otra salida, se pasó el tiempo y ya era hora de salir para el hotel donde trabaja mi sobrino puesto que su jefe, nos había conseguido una habitación para resguardarnos un poco más del huracán. Después de la llegada nos invitaron a una comida y para sorpresa le avisaron a mi sobrino que tenía a su disposición otra habitación. Así que pudimos repartirnos y estar todos mucho más cómodos, sin gastar un céntimo porque es cortesía del hotel. Todo esto fue como un llamado de mi Señor para decirme: ‘aquí estoy; no te he dejado ni abandonado’. ¡Gloria al Señor! Él es fiel y si dice que jamás nos dejará es porque así es.
“Ustedes, pueblo de Dios, vengan y prueben su bondad”; “Dios siempre cuida a los suyos y escucha sus oraciones”; “Dios escucha a los suyos y los libra de su angustia”. “Dios siempre está cerca para salvar a los que no tienen ni ánimo ni esperanza. Los que son de Dios podrán tener muchos problemas, pero él los ayuda a vencerlos. Dios cuida de ellos y no sufrirán daño alguno” (vv. 10, 17-20). Amén.
Puedo decir como David en el Salmo: “Le pedí a Dios que me ayudara, y su respuesta fue positiva: ¡me libró del miedo que tenía!”. Nuestro Dios es Grande, Poderoso y Misericordioso. Aparte de eso es mi Papito Consentidor.

Gracias Papito Dios por tenerme en cuenta y por ser tan especial. Gracias porque eres el Dios en quien me refugio, mi fuerza, mi libertador y más alto escondite. Como David, también ¡yo estoy muy orgullosa de Ti! ¡Todo el tiempo te bendeciré! ¡Mis labios siempre te alabarán!

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: