Les anunciamos lo que hemos visto y oído, para que también ustedes tengan comunión con nosotros. Y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo.
1 Juan 1:3.
Lectura: 1
Juan 1:1-10. Versículo del día: 1 Juan
1:3.
MEDITACIÓN
DIARIA
El apóstol
Juan nos habla del Verbo (Jesucristo), que es vida. Él fue discípulo del Señor
y estuvo con Él hasta su muerte. Después también fue testigo de su resurrección
y contempló su ida al cielo. Por eso nos habla de esta manera. Nosotros como creyentes
también podemos hablar y afirmar las maravillas que el Señor Jesús ha hecho en
nuestras vidas y eso es lo que proclamamos. Su mensaje es de luz y de comunión
con Dios. Si vivimos en oscuridad, mentimos y no practicamos la verdad. Pero si
vivimos en la luz tenemos comunión unos con otros y la sangre de Jesús nos
limpia de todo pecado. Pero si seguimos creyéndonos muy buenos y que no hemos
pecado nos engañamos (vv. 5-8). En cambio: “Si confesamos nuestros pecados,
Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad” (v.
9).
Es tiempo
de reconocer que Dios es santo y que el hombre es pecador. De reconocer que hay
un gran abismo entre los dos. De reconocer que Jesús es el puente para llegar a
Dios Padre. De reconocer que somos pecadores pero que la sangre de Jesús nos
limpia de todo pecado. Y por supuesto, reconocer que de esta manera podemos
tener comunión con el Padre y con el Hijo.
La comunión
es la perfecta unión; es la relación que Dios espera que tengamos con Él.
Búscale y seguro lo encontrarás.
Amado Dios:
Enséñanos a reconocer que eres un Dios de luz y de amor y que necesitamos
afianzar nuestra relación Contigo a través de Jesucristo. Queremos que nuestros
lazos de unión estén fuertemente ligados para de esta manera unirnos con los
demás hermanos en amor fraternal. Gracias Jesús porque tu preciosa sangre nos perdona
y limpia de todo pecado.
Un abrazo y
bendiciones.
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