martes, 12 de septiembre de 2017

Que todo lo que respire alabe tu Nombre

¡Que todo lo que respira alabe al Señor! ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor! 
Salmo 150:6.

Lectura: Salmo 150:1-6.  Versículo del día: Salmo 150:6.

MEDITACIÓN DIARIA

Tal vez nos pareciera que solamente nosotros somos los únicos que podemos alabar a Dios y reconocerlo como Tal. Mi madre contaba que en una ocasión estaba en el campo y un rayo cayó de un momento a otro; o sea sin tormenta ni lluvia, y vió  a una gallina hincarse y cacarear mirando al cielo como pidiendo protección de Dios. Para mi madre este episodio la marcó terriblemente. Creo que lloró al ver esa escena. Igual dice mi esposo que sucede en el Llano: el ganado percibe antes un temblor y ellos se hincan también, bramando al Creador. Recien convertida al Señor, escuché el testimonio de un muchacho que se fue a orar a un jardín lleno de flores y decía que allí se sentía la presencia del Señor y se quebrantó cuando de pronto las flores empezaron a doblarse todas como reconociendo quién se hallaba en ese lugar. Con todos estos episodios empecé a entender lo que era: “¡Que todo lo que respira alabe al Señor!”.
Te pregunto: ¿Tú le alabas? Mira que eres el único ser que tiene poder de raciocinio, y si lo hacen los animales y las plantas, ¿por qué no lo haces tú? Que este día no vaya a terminar sin que tu alabanza se haga notoria. Dios está esperando por ella.

¡Aleluya! ¡Alabado sea nuestro Dios creador de cielos, mares y tierras! ¡Queremos alabarte y exaltarte bendito Señor Rey del universo! Gracias por darnos la capacidad no solo de dialogar Contigo sino también la de reconocerte como el Amo y Señor de la Creación.

Un abrazo y bendiciones.

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