Tus promesas han superado muchas pruebas, por eso tu siervo las ama.
Salmo 119:140.
Lectura: Salmo
119:129-144. Versículo del día: Salmo
119:140.
MEDITACIÓN DIARIA
Las promesas del Señor
se cumplen para los justos. En los momentos de aflicción siempre nos acogemos
de alguna de esas buenas promesas que están ahí especialmente para nosotros y
gracias a ellas no dirigimos seguros así estemos en tormenta. Por eso nuestra
súplica permanente debe ser: “Guía mis pasos conforme a tu promesa; no dejes
que me domine la iniquidad” (v. 133). Sus promesas son su Palabra y no hay
absolutamente ninguna Palabra del Señor que no haya pasado la prueba de fuego;
su Palabra es pura: plata aprobada en el crisol en la tierra, siete veces
refinada (Salmo 12:6). Dan luz a los ojos para dirigirnos por el camino
correcto y son más deseables que el oro
y que la miel (Salmo 19:8b y 10), lo cual las hace completamente confiables (v.
138 en la lectura).
Ansiemos la Palabra del
Señor; es ahí donde encontraremos las lindas promesas de Dios para nosotros y
son las que nos dan vida, alegría, regocijo y por ende, las que nos hacen
reflejar su luz en nuestros rostros brillando con su amor.
Señor: danos
entendimiento para vivir acatando tu ley
de acuerdo a tus promesas. Enséñanos a desear como niños la leche pura y
espiritual para crecer con ella a la estatura tuya y para esperar gozosos las
maravillosas promesas que nos tienes con todos los que aman tu Nombre. ¡Gracias
buen Señor! ¡Te amamos y deseamos obedecerte siempre ceñidos a tu Palabra para
recibir tus promesas que no fallan!
Un abrazo y
bendiciones.
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