―No tengo plata ni oro —declaró Pedro—, pero lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y anda!
Hechos 3:6.
Lectura: Hechos
3:1-10. Versículo del día: Hechos 3:6.
MEDITACIÓN DIARIA
Muchas veces creemos
que no tenemos nada para dar porque inconscientemente pensamos que necesitamos
dinero para ofrecer y el dinero no lo es todo en la vida. Hay cosas que tienen
mucho más valor que el material y la principal de todas es regalarle a alguien
la salvación. Ningún cristiano puede decir que no sabe cómo llevar a otra
persona a los pies de Cristo. El mismo Espíritu Santo nos instruye y nos guía
para que hablemos; tal vez, nos falta es voluntad para hacerlo.
Los apóstoles primeros fueron
decididos a hablarle a multitud de personas y no desaprovecharon las ocasiones
para hacerlo como en el caso del mendigo lisiado de la lectura. No solamente
ocurrió el milagro de la sanación de su cuerpo sino también la de su espíritu. “Luego
entró con ellos en el templo con sus propios pies, saltando y alabando a Dios”
(v. 8). Se nos olvida que al final de cuentas vale muchísimo más la sanidad
espiritual que la material; la materia se destruye pero el espíritu sigue para
la vida eterna.
Tenemos el tesoro más
grande para compartir; no nos dejemos acobardar por el desánimo, la vergüenza o
la apatía para hacerlo. Ganaremos coronas en el cielo y aquí tendremos la
satisfacción del deber cumplido con nuestro Amo principal.
Amado Señor: Gracias
por tu Palabra que es verdad y motivante para obedecer tus mandatos. Gracias
porque eres Tú quien pones el denuedo para ir a otros y llevarles el mensaje de
la cruz que nos dejaste. Queremos ser fieles a Ti e ir a compartir a los
necesitados la fe salvadora que ofreces para toda la humanidad. ¡Te amamos
Señor!
Un abrazo y
bendiciones.
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