Que todos los que te temen encuentren en mí un motivo de alegría, porque he puesto mi esperanza en tu palabra.
Salmo 119:74.
Lectura: Salmo 119:73-80. Versículo del día: Salmo 119:74.
MEDITACIÓN DIARIA
Nuestro rostro dice
claramente cómo nos encontramos. “El corazón alegre hermosea el rostro”
(Proverbios 15:13RVR 1977), pero el corazón triste deprime el ánimo y se
refleja igual en la cara. El Señor nos manda a estar siempre gozosos: “Alégrense
siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense!” (Filipenses 4:4). Un corazón con
gozo es un corazón sano. El Señor nos quiere ver con rostros resplandecientes,
que demuestren su gloria y su poder. En mis primeros años de vida cristiana me
enseñaron un corito que decía: “No puede estar triste un corazón que tiene a
Cristo, no puede estar triste un corazón que tiene a Dios”. Si tenemos al Rey
en el corazón nuestra actitud debe ser completamente de gozo. Y eso es lo que
nos afirma el versículo del día: que todos los que nos miren noten la
diferencia. Somos llamados a generar paz, armonía, buen humor, a subir los
ánimos: demostrémoslo. Es inconcebible que un cristiano viva con cara de
amargado en todo momento. “Pero que los justos se alegren y se regocijen; que
estén felices y alegres delante de Dios” (Salmo 68:3).
Tenemos suficientes
motivos para estar felices. Una sonrisa puede hacer mucho en el abatido.
Regalemos sonrisas, esparzamos alegría.
Buen Señor: Tu Palabra
es la que nos conduce a una esperanza futura y verdadera; y esta bendita
esperanza es la que nos permite regocijarnos siempre Contigo. Señor que por do
quiera que vayamos, dejemos una estela de la alegría que experimentamos al
tenerte como Señor y Salvador. Nos gozamos en tu presencia y cantamos Salmos a
tu Nombre. ¡Gracias bendito Dios y Rey
nuestro!
Un abrazo y
bendiciones.
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