viernes, 19 de mayo de 2017

¿Qué debemos hacer?

Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados —les contestó Pedro—, y recibirán el don del Espíritu Santo. 
Hechos 2:38.

Lectura: Hechos 2:1-40.  Versículo del día: Hechos 2:38.

MEDITACIÓN DIARIA

Bien le habló Pedro a la multitud cuando ellos sin entender lo que estaba sucediendo, los tildaron de borrachos; sí, estaban embriagados pero de la llenura del Espíritu Santo y aquel Pedro que se escondió y negó a su Maestro, ahora estaba de pie predicando a Jesús de Nazaret y haciéndoles caer en cuenta que habían matado a un inocente. Fue tan elocuente su mensaje que: “Cuando oyeron esto, todos se sintieron profundamente conmovidos y les dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: ―Hermanos, ¿qué debemos hacer?” (v. 37). Pedro sin titubeos les contesta: “Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados”.
No creamos que porque no estuvimos presente no hacemos parte de los que crucificaron al Señor: nosotros también lo flagelamos, le pusimos corona de espinas, nos burlamos y le crucificamos. Somos iguales de malos y de incrédulos porque el pecado habita en el hombre natural y solamente a través de Jesucristo podemos quitarnos esa carga de encima. Ahora bien, esa es la pregunta que cada uno debería cuestionarse: ¿qué debemos hacer?  Arrepentirse y bautizarse aceptando lo que Jesús vino a hacer en reemplazo nuestro.
¿Deseas darle un rumbo diferente a tu vida y sentir la presencia de su Santo Espíritu en ti? Entonces no lo dudes más. La siguiente oración te puede servir como guía. No es una oración del común; es una oración que debe salir profundamente de tu corazón con la mayor sinceridad.

Señor Jesús: Soy pecador y vengo a Ti para pedirte que perdones mis pecados. Estoy arrepentido por las veces que te he maltratado y negado. Te necesito; ven a mi vida y hazme la persona que deseas que yo sea. Creo en Ti y creo que eres el Hijo de Dios muerto y resucitado para darme la salvación. Muchas gracias Jesús por escucharme y perdonarme.

Un abrazo y bendiciones.

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