Fue Dios quien me envió aquí, y no ustedes.
Génesis 45:8.
Lectura: Génesis 45:1-28. Versículo del día: Génesis 45:8.
MEDITACIÓN DIARIA
Qué hermoso es el
reencuentro familiar! A veces no entendemos los designios de Dios con nuestras
vidas pero Él sí sabe por dónde nos está llevando. Sus planes son de bienestar
(Jeremías 29:11), y si nos trajo hasta aquí fue para poseer esta tierra. Así
que no hay que volver atrás e ir disfrutando el día a día y más si vienen con
regalos de Papá Dios.
Pero gracias a Dios que
en nuestro caso, Él permite que la unidad familiar no se haya desbaratado a
pesar de las distancias y en diferentes ciudades. Claro muy diferente a la
situación de Jacob con José quien fue vendido por sus hermanos por envidia y
celos.
Un reencuentro es hasta
motivo de llanto pero de llanto gozoso (vv. 14-15 en la lectura). No
desperdiciemos las oportunidades que Dios nos regala de compartir en familia.
No hay nada como eso. Y una cosa más: la unidad familiar trae bendición.
Amado Dios: Gracias por
los momentos de convivencia familiar. Gracias porque Tú aparejas todas las
cosas para que unidos nos gloriemos en tu Nombre. Gracias bendito Padre por
enseñarnos el valor que tiene la familia. ¡Te alabamos y te bendecimos!
Un abrazo y
bendiciones.
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