Firme está, oh Dios, mi corazón; firme está mi corazón. Voy a cantarte salmos.
Salmo 57:7.
Lectura: Salmo 57:1-11. Versículo del día: Salmo 57:7.
MEDITACIÓN DIARIA
“Clamo al Dios
Altísimo, al Dios que me brinda su apoyo. Desde el cielo me tiende la mano y me
salva;… ¡Dios me envía su amor y su verdad!” (vv.2-3). Así es; Dios está tan
pendiente de nosotros que sabe cuál es el momento exacto para tendernos su mano
y demostrarnos su amor y verdad. Nunca llega tarde; llega en el tiempo preciso.
Personalmente, saber
que responde mis plegarias y que está siempre ahí fortalece mi fe. ¿Cómo no cantarle y
alabarle? “¡Despierta, alma mía! ¡Despierten, arpa y lira! ¡Haré despertar al
nuevo día! Te alabaré, Señor, entre los pueblos, te cantaré salmos entre las
naciones. Pues tu amor es tan grande que llega a los cielos; ¡tu verdad llega
hasta el firmamento!” (vv. 8-10).
¡Imposible callar ese amor tan maravilloso! Por eso cada vez que el
Señor nos responda por pequeña que sea la petición, es nuestra obligación darla
a conocer para que la Congregación lo sepa y para que su Nombre sea exaltado y
su gloria manifiesta. No hay testimonio pequeño. En todos está su mano
prodigiosa
Amado Señor: Gracias
por responder nuestras oraciones. Tú nos asombras con tu fidelidad. Eres
incomparable y tu amor va más allá de lo que podemos imaginar. Toda la honra,
la gloria y el honor son para Ti quien eres el Artífice de nuestros triunfos.
¡Bendito eres buen Dios!
Un abrazo y
bendiciones.
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