Sólo en Dios halla descanso mi alma; de él viene mi salvación.
Salmo 62:1.
Lectura: Salmo
62:1-12. Versículo del día: Salmo 62:1.
MEDITACIÓN DIARIA
El único en quien
podemos descansar en verdad, es en el Señor. Es que Él ya tomó todo lo que nos
pesaba y lo puso a cuestas sobre sus hombros. Todo los cansados y agobiados
podemos refugiarnos en Cristo Jesús (Mateo 11:28-30). Dios es nuestra roca,
nuestra salvación y nuestro protector (v. 2 en la lectura); y además de eso nuestra
esperanza (v. 5). Cuando recurrimos en
su ayuda jamás nos dice ‘no’, ni ‘estoy ocupado’ ni ‘regrese más tarde’. El
Señor mismo, pese a las dificultades, se encarga en decirnos: ‘no temas, aquí
estoy’; a nosotros como sus hijos y como cristianos nos queda responderle:
‘Actúa Señor, Tú sabes guiarnos’. “Confía siempre en él, pueblo mío; ábrele tu
corazón cuando estés ante él. ¡Dios es nuestro refugio!” (v. 8). El Señor nunca
nos defraudará; es el mejor amigo y confidente. Hablémosle sinceramente. No es que
el Señor no sepa lo que estamos viviendo, pero sí quiere que tengamos esa
comunión y franqueza para contárselo. Cuando descargamos toda ansiedad,
preocupación, temor o desánimo, no solamente le estamos abriendo las puertas
para que actúe, sino que también nos sentimos liberados, gozosos y livianos.
“y aunque se
multipliquen sus riquezas, no pongan el corazón en ellas” (v. 10). ¿Por qué nos
dice esto? Porque las riquezas nunca podrán llenarnos y son pasajeras; el amor
del Señor lo abarca todo y es para siempre. Ni el oro ni la plata, ni los
amigos ni placeres nos darán verdadero descanso. ¡Solo en Él haya descanso
nuestra alma! ¡Aleluya!
Oh Dios! Tú eres todo
amor. Amor más grande que el tuyo no existe; ni existe ningún otro en quien
podamos refugiarnos y confiar plenamente como en Ti. Gracias bendito Señor.
Un abrazo y bendiciones.
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