El que va por buen camino teme al Señor; el que va por mal camino lo desprecia.
Proverbios 14:2.
Lectura: Proverbios
14:1-35. Versículo del día: Proverbios
14:2.
MEDITACIÓN DIARIA
¿Qué es el temor al
Señor? Es adorarle como a Él le agrada, con temor reverente; siendo agradecidos
(Hebreos 12:28). Nunca debemos confundirlo con el temor de miedo porque Dios es
ante todo amor y en el perfecto amor no existe ese temor (1 Juan 4:18). Por eso
debemos buscar al Señor con sinceridad; rindiéndole el respeto que merece y
dándole la gloria que lo enaltece. Si queremos ser sabios le agradaremos
cumpliendo sus mandamientos (Salmo 111:10); y miremos que no es obedecerle en
lo que nos gusta. Es el conocimiento que nos da su Palabra, la cual tenemos que
aprender a acatarla con disciplina. La disciplina nos cuesta pero es la única
manera de entender el temor reverente a Dios. El mundo nos puede decir coge por
aquí, es el camino más corto, pero ¿sí le gustará a Dios ese camino? Hay
caminos que nos desvían y acaban por ser caminos de muerte (v. 12 en la
lectura). Ahí entra a jugar un papel importante el discernimiento. No nos
dejemos llevar por lo sutil, lo fácil, lo que nada nos cuesta. Cada día es un
nuevo tomar su cruz, para llegar a ser dignos de Él.
“El temor del Señor es
una torre fuerte que nos resguarda de todo mal (v. 26); es también fuente de
vida (v. 27). Es aceptar su amor incondicional; su perdón y su restauración.
Son tantos los beneficios que recibimos honrando a nuestro Dios como merece,
que no podemos echarlos en saco roto. Apropiémonos de ellos: le adoramos y a la
vez nos regocijamos en sus bendiciones.
Amado Jesús: Enséñanos
a adorar al Padre como Tú lo hacías con temor reverente. No permitas que nos
desviemos del camino y busquemos nuestros propios intereses. Queremos aprender
disciplina para conocer tu Palabra y que ella nos reconforte. Tú eres nuestro
refugio seguro y la verdadera fuente de vida. Gracias por añorar conocerte cada
día.
Un abrazo y
bendiciones.
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