viernes, 30 de septiembre de 2016

Si lo he visto y contemplado sé que jamás me dejará

Lo que ha sido desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado, lo que hemos tocado con las manos, esto les anunciamos respecto al Verbo que es vida. 
1 Juan 1:1.

Lectura: 1 Juan 1:1-10.  Versículo del día: 1 Juan 1:1.

MEDITACIÓN DIARIA

El apóstol Juan puede claramente dar testimonio del Verbo de Dios, porque lo oyó, lo vio con sus propios ojos, lo contempló y tocó con sus manos. Pero considero que si en verdad hemos recibido a Jesús como Señor y Salvador, también tenemos mucho que contar: también lo hemos visto realizar proezas en nuestras vidas porque le hemos oído y contemplado. Somos testimonios andantes del Mesías prometido. Bajo este concepto, el Señor me mostró hoy que si lo he contemplado, si he visto su poder en mí, es porque acepté el amor del Padre que es sinigual: “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas?” (Romanos 8:32). Este Padre mío desea que vea a Jesús en todas las cosas y confíe de la misma manera, que me dará todas las cosas.
Mi pensamiento respecto a Dios y su Palabra no tiene qué cambiar en la adversidad; al contrario, es cuando debo de estar más firme porque Dios jamás me ha abandonado y soy desde la tierra su hija y heredera. El Espíritu mismo le confirma a mi espíritu que soy hija de Dios y por lo tanto heredera (Romanos 8:17) ¡Gloria a Dios! Ninguna arma forjada contra mí prosperará, así que sigo adelante dando gracias a Dios porque entre más difícil sea la circunstancia mayor será la bendición.

Amado Señor: Gracias por tu Palabra que cada nuevo día nos instruye y fortalece. Enséñanos a mirar lo que no se ve, a esperar lo invisible y a entender que eres el mismo ayer, hoy y por los siglos. Gracias porque he podido ver tu poder y gloria en mi vida; te he contemplado y me has demostrado en infinidad de veces tu amor. Gracias porque jamás me dejarás ni abandonarás. ¡Te amo mi Señor! ¡Tú eres nuestra fortaleza en tiempos de angustia!

Un abrazo y bendiciones. 

No hay comentarios: