El Señor no tarda en cumplir su promesa, según entienden algunos la tardanza. Más bien, él tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca sino que todos se arrepientan.
2 Pedro 3:9.
Lectura: 2 Pedro
3:1-18. Versículo del día: 2 Pedro 3:9.
MEDITACIÓN DIARIA
El apóstol Pedro en
esta Carta nos dice que muchos se burlarán de nosotros porque esperamos la
Segunda Venida de nuestro amado Señor. Personalmente respecto al versículo de
hoy, estoy más que convencida de eso: el Señor, no tarda en cumplir sus
promesas. Más bien, si a nosotros nos parece que el tiempo se detiene, para Él
no es así. A pesar de estar apesadumbrada porque ayer precisamente murió la tía
de mi esposo y también ayer, una tía mía; le doy gracias al Señor porque me
permitió haberles compartido el mensaje de salvación tanto a la una como a la
otra y porque tuve la oportunidad de ir a visitarlas en este viaje. Ambas
pasaban los 90 años y qué importa en este momento la edad, si bien nos dice
aquí la Escritura: “que para el Señor un día es como mil años, y mil años como
un día” (v. 8). Su misericordia no tiene límites y su paciencia no se agota con
tal de ver a las almas arrepentidas. “Tengan presente que la paciencia de
nuestro Señor significa salvación” (v. 15).
Entonces nos exhorta: “¿no
deberían vivir ustedes como Dios manda, siguiendo una conducta intachable y
esperando ansiosamente la venida del día de Dios?”; “Por eso, queridos
hermanos, mientras esperan estos acontecimientos, esfuércense para que Dios los
halle sin mancha y sin defecto, y en paz con él”. (vv. 11-12; 14). ¡Eso es lo
que nos corresponde!
Amado Señor: Gracias
porque los tiempos están en tus manos y no importa la edad con tal de ver a las
personas en tu reino. Gracias porque en verdad esa paciencia tuya significa salvación
y lo podemos comprobar aun con nuestros seres queridos. Te doy toda la gloria y
adoración por tu infinito amor y misericordia. Enséñanos a esperarte en
santidad. ¡Gracias buen Dios!
Un abrazo y
bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario