martes, 27 de septiembre de 2016

El corazón humillado busca la justicia y la misericordia

¡Ya se te ha declarado lo que es bueno! Ya se te ha dicho lo que de ti espera el Señor: Practicar la justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios. 
Miqueas 6:8.

Lectura: Miqueas 6:1-8.  Versículo del día: Miqueas 6:8.

MEDITACIÓN DIARIA

Vemos que son tres aspectos los que espera el Señor de nosotros: practicar la justicia, amar la misericordia y humillarnos ante nuestro Dios. Creo que la base de los tres es la humillación ante Dios. Al corazón contrito y humillado, no lo despreciará Dios (Salmo 51:17). Y es que cuando se quebranta el espíritu ante el Señor, Él empieza a ser una limpieza total desechando lo que nos hace daño y dejando lo demás intacto. De este modo, ya con un corazón limpio nos queda muchísimo más fácil practicar la justicia y amar la misericordia.
La justicia y la misericordia se practican en todos los niveles; no podemos pensar que esto solo le corresponde al estado, la empresa o la familia. Cada quien tiene la obligación de practicarlas en el diario vivir. Recordemos que si aprendemos a ser fieles en lo poco, el Señor nos pondrá a cargo de mucho más (Mateo 25:23). Tanto la justicia como la misericordia nos piden despojarnos de todo aquello que nos es difícil dejar. Dios busca que llevemos una vida recta.
Busca el rostro del Señor en especial por la mañana; habla con Él, cuéntale tus alegrías y tristezas; pero sobre todo pídele perdón por no obedecerle y empieza a agradarle haciendo lo que al Señor le gusta. Hay que perseverar en hacer lo bueno (Romanos 2:7). Justicia y misericordia nos pide, eso practiquemos.

Amado Señor: Gracias porque hoy nos enseñas lo que te agrada. Queremos aprender ante todo a humillarnos ante Ti para que de este modo de nuestro corazón brote amar la justicia y la misericordia. ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.


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