¡Ya se te ha declarado lo que es bueno! Ya se te ha dicho lo que de ti espera el Señor: Practicar la justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios.
Miqueas 6:8.
Lectura: Miqueas 6:1-8.
Versículo del día: Miqueas 6:8.
MEDITACIÓN DIARIA
Vemos que son tres
aspectos los que espera el Señor de nosotros: practicar la justicia, amar la
misericordia y humillarnos ante nuestro Dios. Creo que la base de los tres es
la humillación ante Dios. Al corazón contrito y humillado, no lo despreciará
Dios (Salmo 51:17). Y es que cuando se quebranta el espíritu ante el Señor, Él
empieza a ser una limpieza total desechando lo que nos hace daño y dejando lo
demás intacto. De este modo, ya con un corazón limpio nos queda muchísimo más
fácil practicar la justicia y amar la misericordia.
La justicia y la
misericordia se practican en todos los niveles; no podemos pensar que esto solo
le corresponde al estado, la empresa o la familia. Cada quien tiene la
obligación de practicarlas en el diario vivir. Recordemos que si aprendemos a
ser fieles en lo poco, el Señor nos pondrá a cargo de mucho más (Mateo 25:23).
Tanto la justicia como la misericordia nos piden despojarnos de todo aquello
que nos es difícil dejar. Dios busca que llevemos una vida recta.
Busca el rostro del
Señor en especial por la mañana; habla con Él, cuéntale tus alegrías y
tristezas; pero sobre todo pídele perdón por no obedecerle y empieza a
agradarle haciendo lo que al Señor le gusta. Hay que perseverar en hacer lo
bueno (Romanos 2:7). Justicia y misericordia nos pide, eso practiquemos.
Amado Señor: Gracias
porque hoy nos enseñas lo que te agrada. Queremos aprender ante todo a
humillarnos ante Ti para que de este modo de nuestro corazón brote amar la
justicia y la misericordia. ¡Te amamos Señor!
Un abrazo y
bendiciones.
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