Por eso oramos constantemente por ustedes, para que nuestro Dios los considere dignos del llamamiento que les ha hecho, y por su poder perfeccione toda disposición al bien y toda obra que realicen por la fe. 2 Tesalonicenses 1:11.
Lectura: 2
Tesalonicenses 1:1-12. Versículo del día: 2 Tesalonicenses 1:11.
MEDITACIÓN DIARIA
Considero que uno de
los aspectos básicos para ser dignos del llamamiento de Dios está basado en la
confianza. Teniendo esa confianza nos proveeremos de esperanza y de seguridad. Una
relación no puede persistir sin confianza; pero para que esto se dé, toca
abonarla día a día como se hace con cualquier otra relación. Por consiguiente
si queremos ser dignos hijos de Dios, no debemos olvidar hablar con Él
diariamente y permitir al mismo tiempo
que el Señor nos hable.
A medida que avanzamos
en este trato lo vamos conociendo y enamorando más al punto de querer agradarle
en todo momento; dispuestos a hacer el bien y a cimentar nuestra fe: “para que
vivan de manera digna del Señor, agradándole en todo. Esto implica dar fruto en
toda buena obra, crecer en el conocimiento de Dios” (Colosenses 1:10). Además de esto tenemos entonces, la seguridad
que nunca nos abandonará así sea que vivamos o que muramos; y de ahí se
desprende la bendita esperanza de una vida eterna por siempre a su lado.
Busquemos siempre que
nuestras actuaciones nos hagan dignos de llamarnos cristianos. Que llevemos con
orgullo este rótulo para que el buen Padre se sienta satisfecho de nosotros sus
hijos. ¡Afiancemos la confianza en el Señor!
Amado Señor Jesús: No
queremos defraudarte; deseamos seguirte con la cabeza siempre en alto para que
tu Nombre no sea avergonzado por causa nuestra. Haznos cada día más dignos de
proclamarte y que nuestro testimonio sea el estandarte para que otros lleguen a
tus pies. ¡Queremos glorificarte y ensalzarte por siempre!
Un abrazo y
bendiciones.
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