miércoles, 25 de noviembre de 2015

No es solamente estar preparados, es ayudar a otros a prepararse

Dichosos los siervos a quienes su señor encuentre pendientes de su llegada. Créanme que se ajustará la ropa, hará que los siervos se sienten a la mesa, y él mismo se pondrá a servirles. 
                                                                                                                          Lucas 12:37.

Lectura: Lucas 12:35-48.  Versículo del día: Lucas 12:37.

MEDITACIÓN DIARIA

En la iglesia a donde asisto se ha estado predicando los domingos sobre el precio de ser discípulo del Señor. Hoy al leer aquí en Lucas se me abren mis ojos como si nunca antes hubiera leído este pasaje. Habla el mismo Señor sobre lo que se le encomienda al siervo y en verdad pienso que no es nada fácil.
El Señor les dice a sus discípulos lo siguiente: “Pórtense como siervos que esperan a que regrese su señor de un banquete de bodas, para abrirle la puerta tan pronto como él llegue y toque” (v. 36). Bueno, todos diremos: ‘no es tan difícil, queremos estar preparados’ aunque estar preparados, es estar preparados sea que llegue a medianoche o a la madrugada (v. 38),  no sirve medio preparados. Sigue repicando el Señor a los suyos: “Dichoso el siervo cuyo señor, al regresar, lo encuentra cumpliendo con su deber. Les aseguro que lo pondrá a cargo de todos sus bienes” (vv. 43-44), pienso que hasta ahí, bien. Pero hubo algo que me impresionó y me puso a pensar mucho más; veamos lo que sigue diciendo el mismo Señor: “El siervo que conoce la voluntad de su señor, y no se prepara para cumplirla, recibirá muchos golpes. En cambio, el que no la conoce y hace algo que merezca castigo, recibirá pocos golpes. A todo el que se le ha dado mucho, se le exigirá mucho; y al que se le ha confiado mucho, se le pedirá aun más” (vv. 47-48).
Es muy profundo y a la vez desafiante saber con claridad que si conocemos la voluntad del Señor y no la cumplimos tendremos que afrontar las consecuencias. Aparte de eso, si hemos recibido mucho, se nos exigirá mucho también y con mayor razón si se nos ha confiado mucho porque será más grande la exigencia. El Señor claramente en la lectura nos enseña que el discípulo es su siervo y como siervos la labor va más allá. Ahora entiendo que no nos basta con estar solamente preparados nosotros; tendremos que rendir cuentas sobre los que se nos han dado para administrar. Espero que ustedes también lo entiendan y empecemos a cumplir la tarea como debe ser: no es solamente estar preparados, es también ayudar a otros a prepararse.

Amado Señor: Gracias porque tu Palabra penetra hasta lo más profundo de los huesos haciéndonos reflexionar y meditar sobre lo que Tú esperas de nosotros. No solamente Señor, es cargar la cruz creo yo; es enseñar a otros a llevarla y si es posible cargarla también. ¡Queremos ser obedientes! Danos el denuedo y la pasión por servirte como lo mereces y deseas que lo hagamos. ¡Gracias buen Dios!  

Un abrazo y bendiciones.

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