miércoles, 11 de noviembre de 2015

Confianza no conveniencia




Así que yo les digo: Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá la puerta. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre. 
Lucas 11:10-11.


Lectura: Lucas 11:1-13.  Versículos del día: Lucas 11:10-11.

MEDITACIÓN DIARIA

Dios, nuestro Padre quiere lo mejor para nosotros que somos sus hijos. Por eso nos dice claramente: pidan, busquen, llamen; porque quiere que de cualquier modo nos dirijamos,  para Él respondernos de la mejor manera. Si aquí dice claramente que “todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre”, es porque así será. Entonces ¿por qué no obtenemos lo que pedimos? Porque no sabemos pedir, o ni siquiera pedimos. “No tienen, porque no piden. Y cuando piden, no reciben porque piden con malas intenciones, para satisfacer sus propias pasiones” (Santiago 4:2-3).
Sigue afirmando la lectura que si nosotros siendo malos sabemos dar cosas buenas a nuestros hijos, ¿cuánto más no lo hará nuestro Buen Padre? (vv.11-13). Cuando Dios no contesta las oraciones así tengamos una actitud sincera con Él, no es porque no nos quiera o nos haya olvidado, es porque bien sabe que no es el momento propicio para concederla; o también porque se quiere glorificar a través de esa petición. El Señor todo lo canaliza bajo el propósito que tiene con cada uno. Otra situación se presenta cuando solamente nos dirigimos para pedirle y pedirle y pedirle; volvemos a Dios, ‘el Dios bomberito’ de apagar incendios ¿y el resto de nuestra relación cómo es? Recordemos que Dios es experto en manifestarse en medio de la alabanza porque en definitiva, ésta es la mejor manera de reconocerle por lo que Él es.
Cuando Dios no contesta nuestras peticiones, debemos primero mirar cómo está nuestra vida y reflexionar si nos dirigimos con humildad o con altivez. Igual, pedir la ayuda del Espíritu Santo para que nos guíe y nos dé discernimiento. Termino con el siguiente versículo: “Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido” (1 Juan 5:14-15). Confianza no conveniencia.

Amado Señor: Gracias porque eres Tú quien nos guías a toda verdad. Gracias porque somos tus hijos y nos ves como el mejor Papito que eres. Gracias porque estás pendiente de nosotros, así no lo entendamos; gracias porque sabes exactamente qué es lo que necesitamos y será de provecho para nuestras vidas. Gracias, muchas gracias bendito Señor porque ante todo nos has dado salvación, y tu incomparable gracia nos llena completamente.   

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: