Así que yo les digo: Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá la puerta. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre.Lucas 11:10-11.
Lectura: Lucas
11:1-13. Versículos del día: Lucas
11:10-11.
MEDITACIÓN DIARIA
Dios, nuestro Padre
quiere lo mejor para nosotros que somos sus hijos. Por eso nos dice claramente:
pidan, busquen, llamen; porque quiere que de cualquier modo nos dirijamos, para Él respondernos de la mejor manera. Si
aquí dice claramente que “todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y
al que llama, se le abre”, es porque así será. Entonces ¿por qué no obtenemos
lo que pedimos? Porque no sabemos pedir, o ni siquiera pedimos. “No tienen,
porque no piden. Y cuando piden, no reciben porque piden con malas intenciones,
para satisfacer sus propias pasiones” (Santiago 4:2-3).
Sigue afirmando la
lectura que si nosotros siendo malos sabemos dar cosas buenas a nuestros hijos,
¿cuánto más no lo hará nuestro Buen Padre? (vv.11-13). Cuando Dios no contesta
las oraciones así tengamos una actitud sincera con Él, no es porque no nos
quiera o nos haya olvidado, es porque bien sabe que no es el momento propicio
para concederla; o también porque se quiere glorificar a través de esa
petición. El Señor todo lo canaliza bajo el propósito que tiene con cada uno.
Otra situación se presenta cuando solamente nos dirigimos para pedirle y pedirle
y pedirle; volvemos a Dios, ‘el Dios bomberito’ de apagar incendios ¿y el resto
de nuestra relación cómo es? Recordemos que Dios es experto en manifestarse en
medio de la alabanza porque en definitiva, ésta es la mejor manera de
reconocerle por lo que Él es.
Cuando Dios no contesta
nuestras peticiones, debemos primero mirar cómo está nuestra vida y reflexionar
si nos dirigimos con humildad o con altivez. Igual, pedir la ayuda del Espíritu
Santo para que nos guíe y nos dé discernimiento. Termino con el siguiente versículo:
“Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme
a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones,
podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido” (1 Juan
5:14-15). Confianza no conveniencia.
Amado Señor: Gracias porque
eres Tú quien nos guías a toda verdad. Gracias porque somos tus hijos y nos ves
como el mejor Papito que eres. Gracias porque estás pendiente de nosotros, así
no lo entendamos; gracias porque sabes exactamente qué es lo que necesitamos y
será de provecho para nuestras vidas. Gracias, muchas gracias bendito Señor
porque ante todo nos has dado salvación, y tu incomparable gracia nos llena
completamente.
Un abrazo y
bendiciones.
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