lunes, 16 de noviembre de 2015

Dios manifiesta su gloria sin distingo alguno




Entonces Eliseo envió un mensajero a que le dijera: Ve y zambúllete siete veces en el río Jordán; así tu piel sanará, y quedarás limpio. Naamán se enfureció y se fue, quejándose: ¡Yo creí que el profeta saldría a recibirme personalmente para invocar el nombre del Señor su Dios, y que con un movimiento de la mano me sanaría de la lepra! 
2 Reyes 5:10-11.


Lectura: 2 Reyes 5:1-19.  Versículos del día: 2 Reyes 5:10-11.

MEDITACIÓN DIARIA

Este devocional puede ser complemento del de ayer: pues también se trata simplemente de obedecer la orden dada. Aquí vemos a un hombre que no era israelita, tomémoslo como inconverso. Sin embargo, motivado por su dolencia va hacia donde el profeta Eliseo para recibir sanidad. Le pareció tan simple e ilógico lo mandado que renegó y salió enfurecido. Aconsejado por sus criados, resolvió obedecer e ir al río Jordán, zambullirse siete veces y para su sorpresa, el milagro se produjo: salió completamente sano de su lepra (vv. 13-15).
El Señor tiene compasión sin límites de edad, raza, color, lengua o cultura. Él simplemente quiere llegar a todas las personas y a veces utiliza su poder y gloria para atraer a los de afuera y que ellos reconozcan que es el Dios Excelso y Sublime y que no hay otro igual. Esto fue lo que hizo Naamán oficial del rey de Siria al verse sanado: “Ahora reconozco que no hay Dios en todo el mundo, sino sólo en Israel”; “—En ese caso —persistió Naamán—, permítame usted llevarme dos cargas de esta tierra, ya que de aquí en adelante su servidor no va a ofrecerle holocaustos ni sacrificios a ningún otro dios, sino sólo al Señor” (v. 15b y 17).
Si los cristianos creemos que solamente la misericordia es para nosotros, estamos equivocados. Dios es soberano y el precio pagado por su Hijo Jesús fue para toda la humanidad. Por eso lo que tenemos que hacer es ser portadores de bien sea para quien sea. No sabemos si en los planes de Dios está el utilizar incluso lo que aparentemente es malo, para manifestar su gloria. Recordemos que somos obreros en sus manos y no podemos menospreciar su voluntad.

Amado Señor: Gracias porque así como te revelaste a Naamán puedes hacerlo con personas que no creen en Ti y te rechazan. Danos a nosotros el denuedo de ir como mensajeros tuyos a llevarles las Buenas Nuevas del Evangelio para que te conozcan y  sanen no solamente su cuerpo sino también su alma. Gracias buen Dios por utilizarnos en tu obra salvadora.

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: