jueves, 19 de noviembre de 2015

Hay que temer al diablo, el enemigo mentiroso




A ustedes, mis amigos, les digo que no teman a los que matan el cuerpo pero después no pueden hacer más. Les voy a enseñar más bien a quién deben temer: teman al que, después de dar muerte, tiene poder para echarlos al infierno. Sí, les aseguro que a él deben temerle. 
Lucas 12:4-5.


Lectura: Lucas 12:1-12.  Versículos del día: Lucas 12:1-2.

MEDITACIÓN DIARIA

El hombre puede destruir el cuerpo de otro, asesinándolo; lo puede maltratar, secuestrar, violar, mutilar, pero lo que no puede hacer, es destruir el alma. Por eso el Señor les advierte a los que le seguían que a la hora de la verdad, esas cosas son insignificantes al lado de lo que es la condenación eterna. El que se condena va para el infierno, y este es un lugar de tormento. Me da la impresión que casi nadie habla sobre el infierno como temiendo ahuyentar a las personas. Si el mismo Señor Jesús habló de temer al que tiene poder para echar al infierno, es porque el infierno sí existe. También dijo que más vale entrar a la vida: manco, cojo o tuerto que ir al infierno con las manos, los  pies y los ojos (Marcos 9: 43-47), y agrega que es allí donde el gusano no muere ni el fuego se apaga (Marcos 9:48).
El infierno sí existe queridos hermanos y amigos. No es mentira, ni es como unos creen: aquí en la tierra. Lo de aquí no es ni parecido a lo que será el suplicio en el infierno. Así que a quien se le debe temer es al enemigo que nos hace creer que el infierno no existe. Satanás es el padre de la mentira y que mejor para él que las almas se condenen.
Gracias a Dios, que en Cristo Jesús, los que creemos en Él, tendremos vida eterna: “Y el testimonio es éste: que Dios nos ha dado vida eterna, y esa vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida” (1 Juan 5:11-12). No hay vuelta  de hoja: O creemos en el Señor Jesucristo para tener vida eterna o no creemos en Él y tendremos condenación eterna. Cada quien elige.  

Amado Señor: Gracias porque te conocemos  y sabemos que eres el único camino para llegar al Padre. Te rogamos Señor que abras el entendimiento y la visión de todos los que Satanás ha engañado haciéndoles creer y convenciéndolos, de que el infierno no existe, para que te reconozcan como Señor y Salvador y entren a compartir la vida eterna con nosotros. ¡Haznos portadores del mensaje de salvación y gracias buen Dios!

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: