martes, 10 de noviembre de 2015

Hay que buscar el cónyuge correcto




Ante esto, Jezabel su esposa le dijo: ¿Y no eres tú quien manda en Israel? ¡Anda, levántate y come, que te hará bien! Yo te conseguiré el viñedo del tal Nabot. 
1 Reyes 21:7.


Lectura: 1 Reyes 21:1-29.  Versículo del día: 1 Reyes 21:7.

MEDITACIÓN DIARIA
La lectura nos habla de un hombre llamado Nabot temeroso de Dios (v. 3), quien tenía un viñedo que colindaba con el palacio del rey Acab de Israel. Acab, entonces quiso comprárselo y ante la negativa de Nabot se deprimió y no comió. Como Acab era un hombre falto de carácter, se dejaba manipular por toda la maldad que encerraba el corazón de Jezabel su esposa, hasta el punto de matar siempre incitado por ella. Así fue como esta mujer se las ingenió para calumniar a Nabot y sentenciarlo a muerte (vv. 7-14).
Lo importante para resaltar es entender todo lo que una mujer puede hacer para desviar a un hombre del camino correcto. Es necesario y creo que para hombres y mujeres es lo mismo, ser cuidadosos en buscar al hombre o la mujer que será el cónyuge correcto. Poner mucha atención en lo que manda la Palabra de Dios: “No formen yunta con los incrédulos. ¿Qué tienen en común la justicia y la maldad? ¿O qué comunión puede tener la luz con la oscuridad?  ¿Qué armonía tiene Cristo con el diablo? ¿Qué tiene en común un creyente con un incrédulo?” (2 Corintios 6:14-15). Dicen que el amor es ciego, pero qué tristeza que un hombre firme en la fe, se deje enceguecer al punto de renegar y actuar contrario a sus creencias. De igual manera, las mujeres también tienen que mirar el mismo punto si quieren evitarse grandes dolores de cabeza más adelante.
La conducta de Jezabel fue repugnante; y nunca hubo nadie que como Acab se prestara para ofender tanto a Dios (vv. 25-26 en la lectura). Las consecuencias recayeron sobre su descendencia. Para reflexionar muy profundamente.

Amado Señor: Gracias porque tu Palabra no se equivoca y cuando Tú ordenas una cosa es porque sabes que el cumplimiento nos traerá bendición, más la desobediencia maldición. Enséñanos a no solamente ser oidores sino también hacedores de tu Palabra para evitarnos futuras consecuencias. ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

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