miércoles, 26 de febrero de 2014

Sin ser ligeros para juzgar



¿Por qué no juzgan por ustedes mismos lo que es justo? 
Lucas 12:57.

Lectura: Lucas 12:54-59.  Versículo del día: Lucas 12:57.

MEDITACIÓN DIARIA

Tal vez me salí del contexto de la lectura, pero le doy gracias a Dios porque ese versículo me hizo reflexionar sobre el juzgar. El juzgar es una acción que siempre dejará huellas irreparables en la persona juzgada. Estoy aprendiendo a no ser ligera en mis apreciaciones y a pedirle al Señor sabiduría cuando tenga que lanzar una inculpación contra una persona. Podemos creernos demasiado justos pero muy seguramente no nos tomamos el tiempo necesario y la objetividad real para actuar justamente. “Así dice el Señor: Observen el derecho y practiquen la justicia” (Isaías 56:1). He leído tantas veces este versículo y otros similares sobre la justicia, que siempre me remontaba hacia lo que los demás tenían que hacer especialmente en el campo de la desigualdad humana. Hoy entiendo, que el Señor al hablar de justicia también desea que la apliquemos en todas las áreas. No puedo hablar de justicia, cuando he juzgado a priori y no tengo los argumentos totales para afirmar una acusación. “No juzguen a nadie, para que nadie los juzgue a ustedes. Porque tal como juzguen se les juzgará, y con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes” (Mateo 7:1-2). Definitivamente qué fácil es ver la paja en el ojo ajeno, sin darnos cuenta que los nuestros tienen un pajar completo.

Señor Jesús: Gracias por la lección que me has dado.  Perdona las veces que he emitido juicios sin saber con absoluta certeza lo que estoy afirmando. Te ruego Señor, me enseñes a ser prudente y  no dejarme llevar por lo primero que vea, sin tener en cuenta otras tantas actitudes positivas en la persona juzgada.     

Un abrazo y bendiciones.

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