¡Qué hermosos son, sobre los montes, los pies del que trae buenas nuevas; del que proclama la paz, del que anuncia buenas noticias, del que proclama la salvación, del que dice a Sión: «Tu Dios reina»!Isaías 52:7.
Lectura: Isaías
52:4-10. Versículo del día: Isaías 52:7.
MEDITACIÓN DIARIA
Qué rico es, ser portador de buenas noticias! “Las
buenas noticias renuevan las fuerzas” (Proverbios 15:30b). Cuando tenemos una buena noticia queremos
darla a conocer lo más pronto posible y es una gran satisfacción divulgarla.
Todo lo contrario a los medios de comunicación que se pelean por dar lo que se
denomina en su jerga “chiva”, cuando casi nunca es buena noticia. Pareciera que
para estos la mala información vende más; entre más dramático y espeluznante
sea, más se le declarará como “chiva” especial.
Pero nosotros los
cristianos, sí tenemos muy buenas noticias para darlas a conocer. De por sí el
Evangelio es llamado: “Las buenas nuevas”.
Y es que cada nuevo creyente en el Señor Jesucristo tiene la obligación
de dar a conocer lo que ha sido esa buena noticia para su vida (testimonio), y
a la vez propagar el mensaje para que otros se conviertan. Somos los llamados a
cumplir la gran comisión (Mateo 28:19-20) dejada por el Señor, antes de su
partida al cielo. Porque si no conocen a Jesús: “¿cómo invocarán a aquel en
quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo
oirán si no hay quien les predique? ¿Y
quién predicará sin ser enviado? Así está escrito: ¡Qué hermoso es recibir al
mensajero que trae buenas nuevas!»” (Romanos 10:14-15). Nuestros píes deben de calzarse con el evangelio
de la paz (Efesios 6:15); son parte de la armadura del cristiano que está
llamado a arrebatarle las almas a Satán para pasarlas al reino de Dios.
Amado Señor: Gracias
por ser parte de tus mensajeros. Enséñanos a caminar siempre dispuestos a llevar
las buenas noticias tuyas, para que nadie pueda decir, que jamás escucharon de
tu Nombre.
Un abrazo y
bendiciones.
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