jueves, 13 de febrero de 2014

Dejando cumplir su propósito en mí



Olviden las cosas de antaño; ya no vivan en el pasado.  ¡Voy a hacer algo nuevo!   Ya está sucediendo, ¿no e dan cuenta? Estoy abriendo un camino en el desierto,  y ríos en lugares desolados.  
 Isaías 43:18-19.


Lectura: Isaías 43:1-28. Versículos del día: Isaías 43:18-19.

MEDITACIÓN DIARIA

Puedo decir que cada día con el Señor se aprende algo nuevo. Hoy hablaré en términos muy personales. Leyendo este capítulo de Isaías he entendido que todavía hay cosas del pasado que me inquietan y hacen daño recordarlas. Cada día me convenzo más de lo imperfecto que somos como humanos; por tal motivo no se encontrará nada perfecto: ni hogar, ni iglesia, ni colegio, ni empresa.  Los cristianos tenemos tantas fallas o más que los que no lo son. La diferencia es que al aceptar lo que el Señor Jesús hizo por nosotros y recibirlo en nuestras vidas, ya somos justificados por su sangre derramada; el cielo estará lleno de pecadores arrepentidos.  El Señor me dice que olvide todo lo anterior; tal vez lo que causó decepción y que afectó a seres importantes para mí, porque Él me tiene preparado algo nuevo, aunque todavía yo no logre vislumbrarlo.
Se me antoja pensar que tal vez  desea un cambio radical en mi vida cristiana y que será por estos lados donde me encuentro hoy, que querrá traernos para que en verdad tanto mi esposo como mi hijita y yo, crezcamos ricamente en el área espiritual.  Por lo que he vivido en estos últimos días podría decir que ese: “ya está sucediendo” es para mí y no me había dado cuenta de ello.  El Señor es el único que puede abrir caminos donde pensamos que es difícil allanarlos.
“Ustedes son mis testigos —afirma el Señor—, son mis siervos escogidos, para que me conozcan y crean en mí, y entiendan que yo soy. Antes de mí no hubo ningún otro dios,     ni habrá ninguno después de mí. Yo, yo soy el Señor, fuera de mí no hay ningún otro salvador. Yo he anunciado, salvado y proclamado; yo entre ustedes, y no un dios extraño. Ustedes son mis testigos —afirma el Señor—, y yo soy Dios” (vv. 10-12).  He orado pidiéndole al Señor que me muestre cuál es su propósito conmigo porque las cosas que me han sucedido  y de las cuales mi buen Señor me ha librado, no han sido porque sí; hay algo más que sé, está pendiente de cumplirse.  Soy su testigo, su sierva escogida para que otros le conozcan y crean en Él.  Estaré orando con más ahínco por esta inquietud y les pido también que me acompañen con sus oraciones.

Amado Señor y Dios mío: Te doy gracias porque revelas tu Palabra cuando quieres y como quieres.  Gracias porque me haces entender que todo tiene su momento y que necesito dejar atrás el pasado para permitirte dar el giro completo en mi área espiritual y ser usada por ti en la obra evangelizadora como testigo y sierva tuya que soy.  Estoy en tus manos Señor; confirma el propósito tuyo en mi vida.

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: