Olviden las cosas de antaño; ya no vivan en el pasado. ¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo, ¿no e dan cuenta? Estoy abriendo un camino en el desierto, y ríos en lugares desolados.Isaías 43:18-19.
Lectura: Isaías
43:1-28. Versículos del día: Isaías 43:18-19.
MEDITACIÓN DIARIA
Puedo decir que cada
día con el Señor se aprende algo nuevo. Hoy hablaré en términos muy personales. Leyendo este capítulo de Isaías he
entendido que todavía hay cosas del pasado que me inquietan y hacen daño
recordarlas. Cada día me convenzo más de lo imperfecto que somos como humanos;
por tal motivo no se encontrará nada perfecto: ni hogar, ni iglesia, ni
colegio, ni empresa. Los cristianos
tenemos tantas fallas o más que los que no lo son. La diferencia es que al
aceptar lo que el Señor Jesús hizo por nosotros y recibirlo en nuestras vidas,
ya somos justificados por su sangre derramada; el cielo estará lleno de
pecadores arrepentidos. El Señor me dice
que olvide todo lo anterior; tal vez lo que causó decepción y que afectó a
seres importantes para mí, porque Él me tiene preparado algo nuevo, aunque
todavía yo no logre vislumbrarlo.
Se me antoja pensar que
tal vez desea un cambio radical en mi
vida cristiana y que será por estos lados donde me encuentro hoy, que querrá
traernos para que en verdad tanto mi esposo como mi hijita y yo, crezcamos
ricamente en el área espiritual. Por lo
que he vivido en estos últimos días podría decir que ese: “ya está sucediendo”
es para mí y no me había dado cuenta de ello.
El Señor es el único que puede abrir caminos donde pensamos que es
difícil allanarlos.
“Ustedes son mis
testigos —afirma el Señor—, son mis siervos escogidos, para que me conozcan y
crean en mí, y entiendan que yo soy. Antes de mí no hubo ningún otro dios, ni habrá ninguno después de mí. Yo, yo soy
el Señor, fuera de mí no hay ningún otro salvador. Yo he anunciado, salvado y
proclamado; yo entre ustedes, y no un dios extraño. Ustedes son mis testigos
—afirma el Señor—, y yo soy Dios” (vv. 10-12).
He orado pidiéndole al Señor que me muestre cuál es su propósito conmigo
porque las cosas que me han sucedido y
de las cuales mi buen Señor me ha librado, no han sido porque sí; hay algo más
que sé, está pendiente de cumplirse. Soy
su testigo, su sierva escogida para que otros le conozcan y crean en Él. Estaré orando con más ahínco por esta
inquietud y les pido también que me acompañen con sus oraciones.
Amado Señor y Dios mío:
Te doy gracias porque revelas tu Palabra cuando quieres y como quieres. Gracias porque me haces entender que todo
tiene su momento y que necesito dejar atrás el pasado para permitirte dar el
giro completo en mi área espiritual y ser usada por ti en la obra
evangelizadora como testigo y sierva tuya que soy. Estoy en tus manos Señor; confirma el
propósito tuyo en mi vida.
Un abrazo y
bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario