¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Hermano, déjame sacarte la astilla del ojo”, cuando tú mismo no te das cuenta de la viga en el tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo de tu hermano.Lucas 6:42.
Lectura: Lucas
6:37-42. Versículo del día: Lucas 6:42.
MEDITACIÓN DIARIA
Somos muy dados a
hablar de los demás y a juzgar a priori sin tener presente lo que dice el mismo
Señor. No tenemos en cuenta que se nos manda lo siguiente: “No juzguen, y no se
les juzgará. No condenen, y no se les condenará” (v. 37), con la misma medida
que juzguemos y condenemos también seremos juzgados y condenados. En vez de
juzgar, Dios nos llama es a practicar el perdón.
Pero no; somos tardíos
para perdonar, y sí estamos listos a criticar; a mirar los defectos en los
demás sin darnos cuenta que tenemos los mismos u otros peores. Propongámonos a callar más, a ser prudentes;
a entender que hablando mucho herimos y de pronto a los que más queremos. Entonces, no solamente estaríamos pecando
sino que quizá perderíamos una buena amistad o relación. Las palabras no las podemos medir y muchas
veces juzgamos solamente por apariencias,
o porque los demás nos contaron (chisme y rumor), sin ni siquiera darnos la oportunidad de tener
nuestra propia opinión, conociendo en verdad a la persona de la cual se está denigrando.
¿Quién nos creemos que
somos, que nos atribuimos el derecho de señalar sin motivo? No somos nadie para
hacerlo. Pidámosle al Señor prudencia y misericordia: prudencia para no hablar
lo que no nos corresponde y misericordia para ser compasivos con el prójimo. “El
falto de juicio desprecia a su prójimo, pero el entendido refrena su lengua”
(Proverbios 11:12).
Amado Señor: Gracias
Señor por instruirnos una vez más sobre las palabras que salen de nuestra boca.
Enséñanos a ver nuestros defectos antes de hablar y juzgar a otros. Queremos
aprender a medir las apreciaciones que tenemos de los demás y no caer en la
tentación de enjuiciar, sin ni siquiera tener motivos para ello.
Un abrazo y
bendiciones.
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