La Luz está en nosotros para esparcirla

Luz que ilumina a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.

 Lucas 2:32.

Lectura: Lucas 2:21-40.  Versículo del día: Lucas 2:32.

MEDITACIÓN DIARIA

El Espíritu Santo le había revelado a Simeón un hombre devoto y justo que no moriría sin antes ver a Cristo el Señor. Él fue al templo, al tiempo que los padres llevaban al  niño Jesús para presentarlo y lo tomó en sus brazos  bendiciendo a Dios, por haberle permitido no morir sin ver al Salvador del mundo. Declara en su oración que Jesús es la luz que ilumina a las naciones  (vv. 25-32).

Veamos algunos pasajes donde se nos afirma que el Señor Jesucristo es luz y que no solamente debemos buscar esa luz, sino esparcirla: Jesús dijo: “Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12); “Yo soy la raíz y la descendencia de David, la brillante estrella de la mañana” (Apocalipsis 22:16). Si tenemos esa luz,  la gloria del Señor brillará sobre nosotros; entonces somos luz para los que están en tinieblas. Jesús también lo señaló: “Ustedes son la luz del mundo” (Mateo 5:14). Pablo, en una de sus cartas, nos hace saber que somos como estrellas: “para que sean intachables y puros, hijos de Dios sin culpa en medio de una generación torcida y depravada. En ella ustedes brillan como estrellas en el firmamento” (Filipenses 2:15).

La luz que ilumina a cada uno de nosotros se llama Jesús; Él ha traspasado su resplandor a los suyos para que esa, su luz, se extienda por todas las naciones. ¿Si estamos permitiendo que nuestras vidas reflejen los rayos luminosos del Señor?  ¿O por el contrario, se nos olvida y queremos apagarla, sin permitir que otros también vengan a gozar de la claridad del día?  Reflexiona, si estás andando en la luz de Jesús y agrandando su reino, consintiendo que otros lleguen a sus píes. 

Amado Señor Jesús: Gracias porque  nos permites andar con esa luz propia que eres Tú. Enséñanos a no dejarla extinguir sino a propagarla cada día más, para que en verdad llegue a todas las naciones.

Un abrazo y bendiciones.