domingo, 9 de febrero de 2014

El poder de la fe




Por eso les digo: Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán. 
Marcos 11:23.


Lectura: Marcos 11:12-25.  Versículo del día: Marcos 11:25.

MEDITACIÓN DIARIA

El Señor Jesús nos deja el ejemplo básico de orar.  Él se mantuvo en constante comunicación con el Padre y le buscaba con ahínco.  Sus discípulos lo aprendieron de Él directamente; les enseñó cómo debían hacerlo y con su ejemplo los motivó.  Más tarde en Pentecostés ellos oraron, fueron llenos del Espíritu Santo y se les unieron  como tres mil personas.  Esta oración se constituyó en el inicio de la iglesia de Cristo.  En la Biblia encontramos innumerables actos de fe, seguidos de la oración: David oró para pelear contra Goliat y lo derrotó; Elías oró para que lloviera y llovió; Daniel pidió al Señor cerrar la boca de los leones y así fue. El apóstol Pablo oró y el evangelio se propagó.  Nosotros no somos la excepción. El Señor nos insta a hacerlo: “Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá.  Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre.” (Mateo 7:7-8).  Excepto
Si somos cristianos y oramos con fe, creyendo que recibiremos lo que estamos pidiendo, Dios también escuchará.  Creo que la oración sin fe de nada sirve.  La fe es el combustible que nos mueve diariamente.  La fe nos permitirá ver lo que no es, como si fuera.  Es la promesa de Dios hecha realidad,  No debemos confundirla con la esperanza.  Tal vez nuestro error se basa en que oramos más esperanzados que con fe.  La fe, tiene que traspasar la esperanza. Es dar el paso y cruzar el río.
Si nuestra oración no ha sido contestada, revisemos nuestra vida. “Y cuando estén orando, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en el cielo les perdone a ustedes sus pecados” (v. 25). Quizá hay algún pecado que no hemos confesado o algún resentimiento que nos tiene atados.  O no sabemos pedir  (Santiago 4:2-3).

Amado Padre celestial: Gracias por ser tus hijos.  Gracias porque lo que nos tienes preparado son planes de bienestar y no de calamidad.  Enséñanos a comprender esta verdad y a entender que todo lo que tienes para nosotros en bueno porque está unido a tu santa voluntad.  Te pedimos fe siquiera como un grano de mostaza para tener la dicha de ver realizadas nuestras peticiones y que no se queden simplemente en la esperanza de obtenerlas.  Gracias buen Señor.

Un abrazo y bendiciones. 

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