domingo, 23 de febrero de 2014

La profecía se cumplió y volverá a cumplirse




Por lo tanto, le daré un puesto entre los grandes, y repartirá el botín con los fuertes, porque derramó su vida hasta la muerte, y fue contado entre los transgresores. Cargó con el pecado de muchos, e intercedió por los pecadores. 
Isaías 53:12.


Lectura: Isaías 53:1-12.  Versículo del día: Isaías 53:12.

MEDITACIÓN DIARIA

Isaías profetisa lo que padecerá el Señor Jesús, aun quinientos años antes de su venida. “derramó su vida hasta la muerte”; en otras versiones dice: “derramó su alma hasta la muerte” y cuando el Señor estuvo orando en Getsemaní  se cumplió lo descrito: “Entonces Jesús les dijo: “Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo” (Mateo 26:38 RVR1960). “y fue contado entre los transgresores”; el Nuevo Testamento nos lo confirma en Lucas 22:37, cuando Jesús les hablaba a sus discípulos: “Porque les digo que tiene que cumplirse en mí aquello que está escrito: “Y fue contado entre los transgresores”.  En efecto, lo que se ha escrito de mí se está cumpliendo”; “Con él crucificaron a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda” (Marcos 15:27). Un puesto entre los grandes le fue dado: “Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre” (Filipenses 2:9); Cargó con todos nuestros pecados: “Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como pecador, para que en él recibiéramos la justicia de Dios” (2 Corintios 5:21).
Toda la profecía del capítulo 53 de Isaías se cumplió en Jesucristo: Fue rechazado y despreciado por los hombres (v. 3 en la lectura), cargó con nuestras enfermedades y dolores (v. 4); fue traspasado por nuestras rebeliones (v.5); fue maltratado y humillado y como oveja lo llevaron al matadero (v. 7).
Tal como estaba escrito se cumplió, y de igual manera se cumplirá también su nuevo retorno en la segunda venida. No podemos dudar de su Palabra porque es veraz. Tenemos es que agradecerle a Dios Padre por habernos enviado a su Hijo, para alcanzar a través de Él la salvación eterna. Del mismo modo, animarnos unos a otros con la bendita esperanza de su pronto regreso porque también se cumplirá al píe de la letra.

Amado Señor: Gracias porque tu Palabra es veraz e inalterable a través de los tiempos. Gracias por llevar Tú, el peso de nuestras transgresiones sin merecerlo. Permite que los que ya entendemos todo lo que padeciste por nosotros, lo divulguemos para que seas exaltado y glorificado por siempre.

Un abrazo y bendiciones.

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