viernes, 21 de febrero de 2014

Nuestra Jerusalén celestial



Volverán los rescatados del Señor, y entrarán en Sión con cánticos de júbilo; su corona será el gozo eterno. Se llenarán de regocijo y alegría, y se apartarán de ellos el dolor y los gemidos. 
Isaías 51:11.


Lectura: Isaías 51:7-13.  Versículo del día: Isaías 51:11.

MEDITACIÓN DIARIA

Cantaremos de alegría como dice la canción, porque el gozo que invade a los redimidos del Señor será indescifrable.  Él es en todo momento nuestra fortaleza y el júbilo de saber que estaremos en presencia del Rey de reyes y Señor de señores, se torna cada día más en la esperanza que nos permite vivir con el anhelo de encontrarnos cara a cara en un día próximo.
Jerusalén (Sión), será la patria que nos acogerá donde ya no habrá tristeza alguna; todo será color de rosa.  Lo que no tuvimos aquí, allá lo tendremos: ciudad santa, con calles de oro y mar de cristal. Allí caminaremos alabando y exaltando a nuestro Dios. 
Lo que nos espera no tiene comparación alguna con lo que conocemos aquí en la tierra.  Regocijémonos con la ilusión y esperanza de saber que estaremos con nuestro Dios.

Amado Señor: Gracias porque la Jerusalén celestial nos pertenece y tenemos la certeza de que llegaremos allí, desbordando la alegría que invade nuestro espíritu. Esperamos gozosos ese dulce encuentro.

Un abrazo y bendiciones.

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