viernes, 1 de noviembre de 2013

Los niños pertenecen al reino de los cielos



Jesús dijo: Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos. 
Mateo 19:14.

Lectura: Mateo 19:13-15.  Versículo del día: Mateo 19:14.

MEDITACIÓN DIARIA

Da tristeza ver que nosotros los cristianos no nos movemos para marcar la diferencia.  Seguimos como borregos hacia el matadero, porque vemos que para allá van los demás.  Bien nos dice la escritura que el reino de los cielos es de los niños y sin embargo el mundo pareciese que dijera lo contrario: ‘de los niños es el reino de las tinieblas’ y por lo tanto, entonces, dejemos que Satán haga lo que quiera con ellos.
¡De ninguna manera!  Si algo recuerdo como muy hermoso de mis primeros años de cristiana, era el hecho de convertir cada acontecimiento en exaltación al nombre de Dios.  Se le daba la vuelta por completo. Un ejemplo: en unas elecciones presidenciales, se tenían camisetas que decían: ‘Vote por el mejor’, ‘Vote por Jesucristo’ y cuando la gente se acercaba, nos daba la oportunidad de compartirles y llevarlos a los píes del Señor.  Ahora en días como el del 31 de octubre, no se le hacía énfasis a nada de brujas, demonios ni fantasmas que son del reino de las tinieblas; se les hacía una fiesta a los niños sanamente, insinuándoles trajes alusivos a las flores, animales o profesiones para que no se sintieran relegados y que a la vez pudieran ir conociendo lo que Dios dice en su Palabra. Por lo general asistían con sus padres y era  mucho mejor porque también se tenía el propósito de presentar el folleto de ‘Las cuatro leyes espirituales’, y de este modo ir divulgando la Palabra de Dios.
Todo esto se ha perdido y nos dejamos sumergir cada vez más en un mundo que solo enaltece a Satanás y sus secuaces.  Me preguntaba en estos días, viendo tan adornado el conjunto donde vivo, si para conmemorar el nacimiento de nuestro Salvador, iría a existir el mismo entusiasmo y despliegue que se le hizo al Halloween.  Muy seguramente no, porque ya la fiesta de Navidad de antaño, parece que ha quedado relegada a un segundo plano.  Antes, ésta era la fiesta grande de los niños.  Todos soñaban o soñábamos con los regalos de medianoche, pero ahora se cambió para otra fecha esperando que lo único que den, sean  dulces y bombones.  Dios permita que al menos éstos no estén contaminados.

Amado Señor: Ante todo te pedimos perdón por no tener la entereza de hacer valer nuestros principios. Ten misericordia de todos los niños que salen a las calles en busca de un confite, para que este no sea el trampolín de caer en las garras de Satanás.  Guarda a nuestros niños Señor.

Un abrazo y bendiciones.

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