Tuyo es el día, tuya también la noche; tú estableciste la luna y el sol; trazaste los límites de la tierra, y creaste el verano y el invierno.Salmo 74:16-17.
Lectura: Salmo
74:1-23. Versículos del día: Salmo
74:16-17.
MEDITACIÓN DIARIA
Todos los días le
pertenecen al Señor estén nublados, fríos, calurosos, con tormentas, con tornados
o huracanes. El Salmo me hace
reflexionar sobre mi inconformidad porque estos últimos días, aquí en mi ciudad,
han sido de lluvias torrenciales al lado de un frío que cala los huesos. Por supuesto mi queja ha sido un constante
lamento al respecto.
La Biblia dice que “Éste es el día en
que el Señor actuó; regocijémonos y alegrémonos en él” (Salmo 118:24), o como
dice la canción: “es el día que hizo el Señor; día de alegría y de gozo”. Si lo hizo el Señor y es día de alegría y de
gozo quiere decir que es bueno y no tenemos por qué renegar de él. Cada día
lleva consigo un nuevo propósito, una nueva expectativa o ilusión y todos conducen
a un mismo fin: plasmar en cada uno de ellos, la soberanía de su Creador. “Un
día comparte al otro la noticia, una noche a la otra se lo hace saber” (Salmo
19:2).
Como conclusión: el universo entero
proclama la obra de su Creador, y está sometida a su soberanía porque son obra
de sus manos. Y no es solamente la luna, el sol, el verano y el invierno, sino
toda su creación.
Amado Señor: Gracias porque eres el dueño
absoluto de todo incluyendo los tiempos, y cada nuevo amanecer es un día de triunfo
contigo, sin importar el clima que nos esté acompañando. Enséñanos a verte ahí, y a regocijarnos a
pesar de la lluvia, el frío, el calor o la nieve que nos caiga.
Un abrazo y bendiciones.
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