Tú, oh Dios, me has librado de tropiezos, me has librado de la muerte, para que siempre, en tu presencia, camine en la luz de la vida.Salmo 56:13
Lectura: Salmo 56:1-13. Versículo del día: Salmo 56:13.
MEDITACIÓN DIARIA
Ayer lo manifestaba en el
Devocional; si no tuviésemos aflicciones no podríamos llegar a la perfección. Dios quiere vernos caminar siempre en la luz
de la vida. La luz del mundo es el Señor
Jesucristo y quien ande con Él no encontrará tinieblas. Las tinieblas de la muerte nos pueden rodear,
pero Satanás no resiste ver la sangre poderosa del Señor derramada en la cruz
del Calvario por los suyos. Cuando
tenemos la certeza de sobre quién está cimentada nuestra fe, el enemigo no
puede con nosotros; entonces, esas aflicciones se convierten en gloriosas
manifestaciones de su poder que obra en nuestras vidas.
Podemos encontrarnos con múltiples
tropiezos, pero la misericordia de Dios es tan inmensa que le alcanza y sobra
para extendernos sus brazos, y colocarnos nuevamente en el camino de luz que
nos ha trazado: “Muchas son las angustias del justo, pero el Señor lo librará
de todas ellas” (Salmo 34:19).
Ni tú, ni yo que hemos creído en
Jesucristo como Salvador personal, podemos bajar la cabeza en la adversidad. Cuando ésta llegue, démosle gracias al Señor
porque es una muestra más de su amor y un momento especial para permitir que
toda su gloria se revele en nuestras vidas; es un instante exclusivo nuestro para
exaltar su poder y majestad. Sintámonos orgulloso de ser partícipes de la
gloria, honra y poder de nuestro amado Señor Jesús.
Querido Dios: La película de la
vida, nos muestra las múltiples veces que has abogado en nuestro favor.
Nos has librado de caer en pozos profundos y aun de las garras de la
muerte, porque tu amor es grande y tu poder no tiene límites. Gracias buen Dios
por cuidarnos y llevarnos de tu mano por el sendero de luz que nos has diseñado. Ayúdanos a tomar en la mañana la luz del sol
y en la noche la luz de la luna, para andar siempre en tu verdad.
Un abrazo y bendiciones.
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