Con tus cuidados fecundas la tierra, y la colmas de abundancia. Los arroyos de Dios se llenan de agua, para asegurarle trigo al pueblo. ¡Así preparas el campo!Salmo 65:9.
Lectura: Salmo 65:1-13.
Versículo del día: Salmo 65:9.
MEDITACIÓN DIARIA
Desde el mismo momento de la creación Dios tuvo cuidado que
las plantas dieran semilla: “Y dijo Dios: Produzca la tierra vegetación:
hierbas que den semilla, y árboles frutales que den fruto sobre la tierra según
su género, con su semilla en él. Y fue así” (Génesis 1:11); sabía que el hombre
iba a necesitar alimentarse de ellas.
Nuestro Padre celestial tiene buen cuidado de sus hijos; nada
se le escapa. Está atento a cada detalle
y sabe de antemano qué es lo que necesitamos para sobrevivir. Es bondadoso hasta con la naturaleza; de ahí
que también ordenara al pueblo de Israel que se dejara reposar la tierra cada siete
años (Levítico 25:1-7) Considero que si
aun se tuviera en cuenta este mandato, no se verían tantos traumatismos en las
cosechas.
Definitivamente, el mejor Papito del mundo, es el que nos
guarda desde el cielo. El mandará la lluvia a su tiempo pensando en nuestro
bienestar. Tenemos la tendencia a rechazar la lluvia, ¡pero cuán necesaria es
el agua para la vida!
“Cuán numerosas son tus
obras. ¡Oh Señor, cuán numerosas son tus obras!
¡Todas ellas las hiciste con sabiduría! ¡Rebosa la tierra con todas tus
criaturas!”. (Salmo
104:24).
Amado Señor: Gracias porque permites que caiga la lluvia y la
tierra sedienta sea refrescada
también. Gracias porque la hiciste tú y
todo lo tuyo fue hecho con majestuosa sabiduría. Gracias por tenernos en cuenta y saber de
nuestra necesidad del agua para subsistir.
Un abrazo y bendiciones.
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