No te afanes acumulando riquezas; no te obsesiones con ellas. ¿Acaso has podido verlas? ¡No existen! Es como si les salieran alas, pues se van volando como las águilas.Proverbios 23:4-5.
Lectura: Proverbios 23:1-28.
Versículos del día: Proverbios 23: 4-5.
MEDITACIÓN DIARIA
Es fácil dejarse llevar por las riquezas. El rico tiene y quiere más; se vuelve avaro. Dice la Biblia que nadie puede servir a dos
señores al tiempo: “No se puede servir a la vez a Dios y a las riquezas” (Mateo
6:24). El rico por lo general desplaza a
Dios de su propósito; las riquezas son efímeras: hoy están, pero mañana pueden
desaparecer en un abrir y cerrar de ojos.
Por eso el Señor nos manda más bien, que acumulemos tesoros para el
cielo porque allí no hay polilla, ni herrumbre que los dañe; ni ladrones que los
robe (Mateo 6:19-21).
“el amor al dinero es
la raíz de toda clase de males” (1 Timoteo 6:10). Por causa del dinero, se
pierde una linda amistad o un hermano.
Hay un dicho popular feo, pero muy cierto: “Por la plata baila el perro”;
así es, cuando hay plata de por medio hasta las relaciones más fuertes se
desmoronan por la envidia y la codicia.
Tampoco creamos que Dios nos quiere ver pobres y humillados; no
es así. Dios nos quiere prósperos, pero
dependiendo exclusivamente de Él. Como dueño
de todo el oro y la plata del mundo, merece toda nuestra gratitud, reconocimiento
y primacía. Recordemos que Dios desea
que prosperemos tanto en el área física y material como también en la espiritual.
Amado Señor: Gracias por estar pendiente de nuestras
necesidades. Te pedimos que nos des un
corazón que te mire solamente; no permitas que lo material nos domine y aleje
de ti.
Un abrazo y bendiciones.
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