sábado, 23 de marzo de 2013

Sin dejar que las riquezas nos dominen




No te afanes acumulando riquezas; no te obsesiones con ellas.  ¿Acaso has podido verlas? ¡No existen!  Es como si les salieran alas, pues se van volando como las águilas. 
Proverbios 23:4-5.


Lectura: Proverbios 23:1-28.  Versículos del día: Proverbios 23: 4-5.

MEDITACIÓN DIARIA

Es fácil dejarse llevar por las riquezas.  El rico tiene y quiere más; se vuelve avaro.  Dice la Biblia que nadie puede servir a dos señores al tiempo: “No se puede servir a la vez a Dios y a las riquezas” (Mateo 6:24).  El rico por lo general desplaza a Dios de su propósito; las riquezas son efímeras: hoy están, pero mañana pueden desaparecer en un abrir y cerrar de ojos.  Por eso el Señor nos manda más bien, que acumulemos tesoros para el cielo porque allí no hay polilla, ni herrumbre que los dañe; ni ladrones  que  los robe (Mateo 6:19-21).
 “el amor al dinero es la raíz de toda clase de males” (1 Timoteo 6:10). Por causa del dinero, se pierde una linda amistad o un hermano.  Hay un dicho popular feo, pero muy cierto: “Por la plata baila el perro”; así es, cuando hay plata de por medio hasta las relaciones más fuertes se desmoronan por la envidia y la codicia.
Tampoco creamos que Dios nos quiere ver pobres y humillados; no es así.  Dios nos quiere prósperos, pero dependiendo exclusivamente de Él.  Como dueño de todo el oro y la plata del mundo, merece toda nuestra gratitud, reconocimiento y primacía.  Recordemos que Dios desea que prosperemos tanto en el área física y material como también en la espiritual.

Amado Señor: Gracias por estar pendiente de nuestras necesidades.  Te pedimos que nos des un corazón que te mire solamente; no permitas que lo material nos domine y aleje de ti.

Un abrazo y bendiciones. 

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