Ya no los llamo siervos, porque el siervo no está al tanto de lo que hace su amo; los he llamado amigos, porque todo lo que a mi Padre le oí decir se lo he dado a conocer a ustedes.
Juan 15:15.
Lectura: Juan 15:1-17.
Versículo del día: Juan 15:15.
MEDITACIÓN DIARIA
Jesús, es el amigo de verdad; el incondicional, el que nunca
falla. La relación entre el Señor y Moisés era de amigos. Moisés apartó un lugar
especial para ir a dialogar con su Amigo (Éxodo 33); allí, le hablaba con la
seguridad que estaba presente. Ahora,
tenemos la certeza también que está en nosotros y se constituye en el Amigo de
verdad. No necesitamos de un sitio en
especial, para hablar con Él; lo tenemos en el corazón y puede escucharnos
desde cualquier lugar, en cualquier momento.
A veces no entendemos los porqués que nuestro gran Amigo nos
pone en el camino, pero Él si sabe el fin de ellos. En la lectura nos lo aclara: el Padre es el
Labrador y está listo a podar las ramas que dan buen fruto, para que no se seque
sino que siga en cosecha (vv. 1-2). ¿Se
entiende? Un poco difícil; pero si su
Palabra dice que todo nos ayuda a bien es porque así es (Romanos 8:28).
Les comparto que poco a poco he ido entendiendo todo
esto. Es como si el Espíritu Santo
solamente hubiese querido enseñármelo paulatinamente y ahora lo comprendo
más. Hoy aprendí algo nuevo que lo había
leído mil veces pero que hasta hoy de verdad, hizo mella en mi corazón: Jesús
es mi verdadero Amigo. Lo he escrito muchas veces porque es una de mis claves
pero como siempre pasa: se tiene más en la mente que en el corazón. En las lecturas de mi devocional diario una
fue sobre el capítulo 33 de Éxodo y extasiada pensé qué privilegio para Moisés
ser ese amigo del Señor, yo quisiera tenerle así de ese modo tan especial. Pasé
a Juan 15 y el Señor aclara mi incertidumbre: ¡Soy tu amigo! Di mi vida por ti y
si te he podado tanto es porque eres preciosa para mí y no quiero dejar de ver
el buen fruto con el que me honras. De verdad,
estoy quebrantada. El Señor permita que
ustedes lo razonen de igual modo; no importa cuanto tengamos que pasar o
esperar.
Mi Amado Amigo: Tú bien sabes que no es una, sino varias
peticiones las que tengo para exponerte. Gracias porque abres mi entendimiento
y me das la certeza de que escuchas y al igual que a Moisés me dices: “Cuentas
con mi favor porque te considero mi amiga”. No tengo palabras para expresarte
mi agradecimiento. ¡Muchas gracias mi
Señor; muchas gracias mi Gran Amigo Jesús!
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario