—Señor —contestó Simón Pedro—, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído, y sabemos que tú eres el Santo de Dios.Juan 6:68-69.
Lectura: Juan 6:25-71.
Versículos del día: Juan 6:68-69.
MEDITACIÓN DIARIA
Muchos consideran que la vida cristiana es muy difícil de
llevar. En realidad, no es así; lo que
sucede es que el pecado ha hecho tanta mella en la persona que es su
cotidianidad caer. Ahí es cuando toca
entregarle al Señor todas las áreas (no las que me conviene, deben de ser todas),
para que Él a través de su Santo Espíritu vaya haciendo una regeneración total.
Por esta razón muchos de los que lo seguían, lo abandonaron
(v. 60). El Señor, entonces, le dice a
sus doce discípulos: “—¿También ustedes
quieren marcharse?” (v. 67). Los
cristianos al igual que los que no lo son, tenemos también problemas; la
diferencia radica en que nuestro Dios es Todopoderoso y puede dar un vuelco
total a las situaciones. Hay que confiar en Él y aumentar la dosis de fe. Además nuestra mira está en la gloria futura
y eso es un gran aliciente. Sin embargo,
cuando se están pasando esos desiertos tan áridos, varios se voltean y dicen: “adiós”. Nuestra fe tiene que servir para que
contestemos como Simón Pedro: —¿A
quién iremos Señor? Si solamente Tú tienes palabras de vida eterna—.
Amado Señor: No permitas que decaigamos al punto de abandonar
las filas que ya conocemos, porque hemos creído en ti. Danos fortaleza y sosiego a pesar de las
dificultades por las que estemos pasando.
Tú eres el único a quien podemos voltear nuestros ojos, porque eres el
Hijo de Dios; el pan vivo bajado del cielo para darnos vida eterna contigo.
Un abrazo y bendiciones.
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